Algunos medios editorializan o colocan alguna nota que a manera de broma agarre “por inocentes” a los lectores y con temas que pudieran ser utilizados de manera bromista e irónica, sobre algún tema de país. Muchas veces, las “bromas” del 28 de diciembre, terminan siendo malas muestras de descaro e irrespeto, demostrando bajeza, incapacidad y arrogancia.

Pensando en esto, hemos visto que realmente este ha sido el año del “inocente” ciudadano que día a día tiene que enfrentar todos esos defectos que planteamos en el párrafo anterior, pero viniendo de un Presidente y su gobierno que nos han querido ver la cara de babosos cotidianamente y un vocero que quiere lucir como “talentoso” sacando de clavos a su jefe, pero que termina dañando la credibilidad de la institución.

“No vamos a aceptar ni un solo tránsfuga”, fue el eslogan, pero se terminaron llenando de Galdámez, Sandoval, Giordano, etc., mientras terminaron de nutrir la bancada con el oscuro Melgar Padilla.

“Ni corrupto ni ladrón”, nos dijeron también, mientras don Sammy se pasea por cuanto despacho puede en nombre de la Presidencia proponiendo negocios y el hijo del Presidente se pasea como héroe hasta en el estadio, mientras se hacen negocios a puerta cerrada que incluyen la junta Directiva del Congreso, el Presupuesto y la asignación a dedo de TCQ a la empresa APM, etc.

Por cierto, ese mismo eslogan lo utilizaron en el momento en que viajaban en helicópteros de Alejandro Sinibaldi, ocultaban las finanzas del partido FCN-Nación y, según denuncias, recibían financiamiento de fantasmas.

Pero realmente nosotros mismos hemos sido los que nos hicimos el año de los inocentes. Realmente nos hemos dejado ver la cara de babosos creyendo que “ya cambiamos Guatemala” mientras dejábamos a medio camino la tarea y con ello el Congreso es peor de lo que cualquiera haya pensado, la Corte está de rodillas ante Stalling y la gran preocupación social es que se detuvo la economía porque es muy difícil hacer negocios cumpliendo con la Ley.

Lo que nos tiene que quedar claro es que una persona que ha sido un artista en disfrazar cómo sacarle el provecho al país, no será la solución nunca para los problemas de Guatemala. Lo mismo con quien nos gobierna que con las otras opciones que había junto a él.

Será fundamental que dejemos de ser los inocentes y nos convirtamos en los determinantes. En una sociedad que marca el paso para dejar de ser los borreguitos que se dejan engañar tan fácilmente.

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