Eugenio R. Fernández
buzonasprodecogt@gmail.com

Hace unas semanas se inicia el proceso para formalizar como partido político el Movimiento Semilla de Ideología centro izquierda. Me da mucho gusto ver que se haga un intento por retomar la idea de partidos políticos con ideología y no con caciques como se ha dado en la era democrática de Guatemala. Siempre en este país los partidos tenían nombre y apellido, nada tenían que ver con una propuesta ideológica y una visión de país, más bien cada elección los partidos se convirtieron en verdaderos representantes del crimen organizado, con el fin de robar, como ha quedado plenamente demostrado y como vemos que sigue sucediendo en el Congreso.

Me duele que en Guatemala realmente no exista una derecha o un partido de derecha. Aquí lo que existe es un conservadurismo con ínfulas feudales, que los problemas de Guatemala le son invisibles. Los únicos problemas visibles, para esta mal llamada “derecha” son solo aquellos que puedan afectar sus intereses.

Es para mí espantoso que los líderes de la mal llamada “derecha” en Guatemala sean los antiterroristas que no son más que los representantes públicos de los que están en el Mariscal Zabala o aquellos que de forma destructiva despotrican contra la CICIG, el Embajador de los Estados Unidos, la Fiscal General o los de la “Marro” con su ideología tan dogmática que más parecen ayatolas iraníes que proponentes de un movimiento ideológico abierto. Al final cuando uno analiza esta “derecha” guatemalteca solo representa grupitos de interés que lo único que buscan es velar por lo suyo y destruir o descalificar todo lo demás.

A mí me gusta el Movimiento Semilla, ya que reconocen los problemas que enfrenta Guatemala y todos los guatemaltecos, lo que no me gusta son las propuestas que plantean para solucionarlos. Por lo que es indispensable que florezca un partido con ideología de derecha moderna, es decir que no sea, ni representen el feudalismo dogmático que existe en el país. Un partido que promueva la libre empresa, pero no del diente al labio, que promueva el emprendimiento rural, la tecnología, que busque la creación de la Ley del Servicio Civil, el crecimiento económico a todos los niveles, especialmente los más rezagados con programas de capacitación y encadenamiento de productos y servicios. Por supuesto un partido que luche frontalmente contra la corrupción y quiere servir a Guatemala y no servirse de ella. Que adecue el presupuesto a la realidad nacional, que busque reducir por más del 50% la burocracia inútil que lo único que hace es mamar del Estado y fomente políticas fiscales responsables, promoviendo una simplificación del sistema tributaria que busque ampliar la base tributaria. En fin, un partido de derecha moderno, amplio y que no vea en la izquierda como terroristas, guerrilleros o malos guatemaltecos. Hay que respetar los puntos vistas y buscar donde concordamos y donde no.

Guatemala ya tiene en proceso un partido de centro izquierda, es indispensable fundar un partido de derecha, sin caciquismos, dogmas o intereses particulares que vele por el bien común, desde la perspectiva de las libertades, justicia y progreso. Que fomente un Estado pequeño, pero fuerte, que sea capaz de poner orden en el país del eterno desorden.

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