Factor Méndez Doninelli

La situación estructural de la niñez guatemalteca no es óptima, mucho menos adecuada a la condición de seres humanos en formación, necesitados de atención en salud, educación, alimentación de calidad y sobre todo, mucho amor para que se desarrollen en una vida sin violencia, libre de discriminación, de racismo, exclusión, desigualdad y falta de oportunidades, en este asunto, el país ocupa el cuarto lugar en América Latina. Esta precaria situación indica que tanto los gobernantes como las instituciones encargadas de velar por los derechos de la niñez, adolescencia y juventud, ignoran y violentan el interés superior del niño.

He señalado antes lo que toda la gente sabe, en Guatemala predomina la pobreza y pobreza extrema, la muerte de niños por consumir agua contaminada, por desnutrición crónica, por enfermedades prevenibles y curables, por falta de vacunas, medicamentos o servicios médicos, por acciones violentas del crimen organizado o por la indiferencia del Estado y las autoridades, que desatienden a estos grupos sociales. Datos del Instituto Nacional de Estadística INE, indican que 4 de cada 10 personas pobres, son niños y niñas, además, 5 de cada 10 sobreviven en condiciones de extrema pobreza.
Niñas, niños, adolescentes y jóvenes, son víctimas de explotación sexual, de trata de personas, abuso y violación a Derechos Humanos. Se estima que en Guatemala, unos 20 mil infantes y adolescentes, están sometidos a este perverso flagelo social. La niñez del país está expuesta a sufrir violencia sexual, violaciones y embarazos de niñas, muerte por desnutrición crónica y aguda. La violencia, exclusión y discriminación de estos segmentos de población, estimula la emigración no acompañada que registra 15,616 niñas, niños y adolescentes emigrantes que salieron del país (Conamigua, 2016.)

Incremento de niñas y adolescentes embarazadas, exclusión de más de 4 millones de niñas, niños y adolescentes del sistema escolar (ICEFI, 2016). La tasa de desnutrición crónica afecta a 1 de cada 2 niños en edad escolar. Aumentan las muertes infantiles por desnutrición y violencia, 1,817 infantes que no alcanzaron a cumplir su primer año de edad, 76 muertes por desnutrición aguda (SESAN, 2016.)

Estos fenómenos sociales se relacionan con la pobreza, pobreza extrema y el descenso en el porcentaje de familias de la clase media. De 2006 a 2014, la pobreza aumentó en 8.1% y afectó al 59.3% de la población; durante el mismo periodo, la extrema pobreza creció un 8.1%, correspondiente al 24.4% del total de población (ENCOVI 2014.)
En Guatemala, la violación a los derechos de la niñez es sistemática e histórica, vinculada a la ausencia de políticas públicas que, no incorporan un enfoque de derechos o carecen de presupuesto para ejecutar acciones y cumplir con los objetivos propuestos.

La RED NIÑA NIÑO en comunicado del 1 de octubre expresa: “Exigimos al Estado de Guatemala aprobar una nueva política pública de protección integral a la niñez y la adolescencia y su plan de acción, con enfoque de derechos y un presupuesto asignado que respete los estándares internacionales en materia de inversión para las niñas, niños y adolescentes. Le exigimos también, que cumpla plenamente con los derechos de la niñez y la adolescencia asumiendo su responsabilidad como garante principal de los derechos humanos de este importante sector de la población; y que elimine la corrupción estructural que es también factor determinante y causa de la situación caótica y de alta vulnerabilidad en la que vive la niñez actualmente.”

Pese a la dramática situación descrita, hay mac-comerciantes que lucran en nombre de los niños.

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