Félix Loarca Guzmán

Mediante el Acuerdo Gubernativo número 5-2016, publicado ayer en el Diario Oficial, el presidente Jimmy Morales, en Consejo de Ministros, estableció el Estado de Prevención para atender las catástrofes provocadas por fenómenos de la naturaleza, especialmente la furia de las lluvias del invierno.

Sin embargo, el Acuerdo contiene una serie de disposiciones que pueden prestarse a interpretaciones antojadizas, para limitar por lo menos tres garantías constitucionales como la libertad de locomoción, la libertad de manifestación y la libertad de emisión del pensamiento.

Algunos sectores no descartan que se trata de un documento con dedicatoria para contrarrestar la libertad de prensa, que es un apéndice de la libertad de emisión del pensamiento garantizada por el artículo 35 de la Constitución Política y por numerosos instrumentos jurídicos internacionales aprobados y ratificados por Guatemala como la Convención Americana sobre Derechos Humanos.

Los “malpensados” han llegado a considerar que podría ser una maniobra del presidente Jimmy para “silenciar” las críticas de los medios de comunicación a su hermano y a uno de sus hijos quienes están siendo investigados por posibles actos de corrupción.

El tema es de profunda preocupación, al grado que el Procurador de los Derechos Humanos, Jorge Eduardo De León Duque, anunció anoche su decisión de promover de inmediato las correspondientes acciones legales para frenar lo que podría ser un atentado en contra de la libertad de prensa y el retorno de prácticas dictatoriales en nombre de la democracia.

A muchos gobernantes no les gusta la libertad de prensa, olvidando que se trata de uno de los principales baluartes para la existencia de cualquier sociedad civilizada.

En los últimos días, el presidente Jimmy, dio un tremendo resbalón político al arremeter violentamente contra los medios de comunicación, insinuando que están “ardidos” porque su gobierno no les da dinero. Desafortunadamente confundió los términos de “fafa” y “publicidad”, evidenciando que no sabe cuál es la diferencia entre uno y otro.

De esta manera, el presidente Morales se abrió un nuevo frente totalmente innecesario, pues los medios de comunicación no son responsables de la crisis que actualmente afrontan sus parientes.

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