Juan Francisco Reyes López
jfrlguate@yahoo.com

Todavía no se había incluido en la agenda de sesiones del Congreso la propuesta de aumento de carga tributaria cuando el Presidente de la República pidió se le permitiera retirar la misma.

¿Quién influirá en el Presidente en ese campo de la administración pública? Acaso la propuesta no fue discutida y evaluada previamente a ser enviada al Congreso.

Acaso el Gabinete Económico no sabía de antemano que parte de su propuesta sería criticada, modificada e incluso rechazada por los miembros del Organismo Legislativo o creían que simplemente porque la proponía el Ejecutivo la misma sería aprobada milagrosamente sin discusión, sin modificación y sin rechazo.

Por supuesto, parte del Gabinete Económico tenía que estar consciente y, al haber sancionado con el Presidente la propuesta, ser responsable, no solo del contenido sino de la cronología en que se estaba enviando al Organismo Legislativo.

Además, debía considerar el tiempo que se tomaría en enviarlo a la Comisión de Finanzas, en hacer consultas de toda naturaleza con los diferentes sectores, especialmente con los que tienen relación y conexión cada una de las bancadas.

Por tanto, sabían que la propuesta de aumento de carga fiscal requería septiembre, octubre, noviembre e incluso probablemente sesiones extraordinarias o sesiones en el mes de enero y febrero, para lograr que esas propuestas individualmente se convirtieran en ley o fueran rechazadas como procedería hacerlo con el aumento al diésel y a impuestos inflacionarios, pero que también podían ser sustituidos por impuestos directos como hubiese sido el aumento de pago de regalías que solo hace menos del 5% de la población guatemalteca.

Lamentablemente la Presidencia de la República se equivoca y retira la propuesta completa, pierde la oportunidad y eso implica pérdida de tiempo y más grave aún perdida de una recaudación que sin duda de ninguna especie Guatemala necesita para salir adelante.

Entre más tiempo transcurre más declina la popularidad y con ello el respaldo de todo gobierno democráticamente electo, esto no es un secreto, esta es una realidad, que nadie puede ignorar, especialmente quienes rodean al Presidente.

A propósito de quienes lo rodean deben de tener sumo cuidado cuando dan una explicación de que el Presidente está agotado; él es humano, que el Presidente pestañee es normal y que la prensa o los camarógrafos exploten esas debilidades de todo ser humano no nos debe de extrañar, especialmente en nuestro país donde un buen porcentaje de los camarógrafos, fotógrafos y cronistas del Ejecutivo y del Legislativo les gusta la nota amarilla.

Por ello, es más adecuado que cuando se produzca un error o una debilidad humana simple y sencillamente se acepte.

El pestañar en una conferencia de prensa sucede y no es un gran error porque normalmente los temas que se desarrollan, como es el caso del presupuesto es algo que el Presidente y el Gabinete han discutido y analizado durante muchas sesiones; por consiguiente, la conferencia es solo el acto de hacer público algo que ya está sabido de cajón.

Lo hecho, hecho está, el gran error es haber retirado la propuesta completa, y no el haber pestañeado en una presentación.
¡Guatemala es primero!

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