Factor Méndez Doninelli

Se celebró en Guatemala, el foro regional “Minería y Derechos Humanos, un enfoque desde los intereses económicos y la realidad ambiental de Centroamérica”, con la participación de representantes de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala como país anfitrión. El objetivo general del foro es: “Contribuir a la construcción de una visión centroamericana de defensa de derechos socio ambientales de los pueblos indígenas y comunitarios, frente al modelo extractivo impulsado en la región centroamericana a través de un posicionamiento desde la sociedad civil con la participación de organizaciones sociales, académicas, pueblos originarios, gobiernos locales, líderes comunitarios y mujeres de Centroamérica.”

La actividad realizada esta semana, contó con la participación de delegados centroamericanos, quienes al igual que los guatemaltecos, expusieron las distintas problemáticas y experiencias comunes que se derivan de los proyectos mineros en los cuatro países de la región. En el acto de apertura del foro, se presentó un memorial denunciando los agravios sufridos por las comunidades afectadas por la actividad de extracción minera. Los casos más relevantes se distinguen porque destacan las violaciones a derechos humanos provocadas por este tipo de proyectos; por Guatemala se presentaron los siguientes casos emblemáticos: Proyecto 7 derivada, La Puya, en San José del Golfo, proyecto El Escobal, San Rafael, Las Flores, en Santa Rosa y proyecto Cerro Blanco, Asunción Mita, en Jutiapa. También, se conocieron casos de violaciones en proyectos similares que operan en Honduras, El Salvador y Nicaragua.

El programa de la actividad, incluyó dos paneles. El primero, de carácter institucional para reflexionar y valorar los agravios cometidos contra los pueblos indígenas y comunidades afectadas, tuvo como expositores a representantes de las Procuradurías de Derechos Humanos de El Salvador y Guatemala. Además, participaron delegados de los ministerios Público, de Ambiente y recursos naturales, Energía y minas de Guatemala. El segundo panel, fue un espacio para escuchar la posición de los pueblos ante la imposición de proyectos mineros en Centroamérica, esta parte tuvo como objetivo: “Compartir trabajo, visión y experiencias de las resistencias de las comunidades de acuerdo al contexto centroamericano.” En esta parte, los centroamericanos representantes de organizaciones sociales, comunidades y asociaciones ecologistas, denunciaron con abundantes datos e información las violaciones a Derechos Humanos y los graves e irreversibles daños al medio ambiente provocados por la actividad minera, poniendo en riesgo la vida y salud humana, ante la indiferencia y omisión de los Estados, que siguen otorgando licencias de exploración y explotación minera y protegiendo intereses de empresas transnacionales. Luego, reunidos en mesas de trabajo, sistematizaron experiencias, conclusiones y lecciones aprendidas en las luchas pacíficas contra la minería en Centroamérica y las expusieron en plenaria. El foro, finalizó aprobando una declaración final, que comentaré en otra ocasión.

Lo he afirmado antes, la actividad minera genera conflictividad, es un foco constante de tensión e intranquilidad social. Los Estados están obligados a velar por el bienestar e interés común, a respetar los derechos humanos y el derecho a un medio ambiente sano y seguro.

Este foro de defensores de derechos humanos, la vida, el territorio y el medio ambiente, fue organizado y convocado por el colectivo ecologista Madre Selva, de Guatemala con el acompañamiento y apoyo del proyecto Alternative de Canadá.

Artículo anteriorEmpleadas del Congreso denuncian a directivos
Artículo siguienteLa lógica del cambio de Ministro