Claudia Navas Dangel
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En la casa, la de ella, los recursos eran escasos. Darles de comer, a ella y sus hermanos, era lo más que sus padres podían hacer. Estudiar no era una opción. Por eso cuando él, el mal cayente, apareció en escena y mostró interés por ella, la niña, nadie objeto. Es más vieron en esa posibilidad de unión una boca menos que alimentar y por qué no, quizá una mínima fuente de ingresos adicional. Ella, la niña, no tuvo de otra. Era él u otro como él. Lo mismo le había ocurrido a su hermana mayor.

¿Y si hacemos un muñeco…? Repetía él, sonriente, mientras otro joven codeaba a otra niña igual, aplaudiendo con la mirada la entonación de él, el mal cayente.

Ella, la niña, la que acariciaba su vientre con desgano, seguramente es una más de esas pequeñas que engrosan las estadísticas negativas del país. “Mil 113 mujeres menores de 15 años contrajeron matrimonio en el país en el 2012, de las cuales  cuatro  tenían 12 años y 76 eran de 13, según cifras del Instituto Nacional de Estadística”, como rezaba un periódico la tarde de ayer.

Una nota terrible que devela la espantosa realidad en la que tantas niñas viven en Guatemala, un país en donde los derechos de las niñas valen tan poco que hasta se ha naturalizado la expresión de “niñas madres”, cuando esto no debería de ser, cuando es una aberración, una violación a los derechos de esas niñas y de los niños o niñas que engendran.

De ahí que aplaudo la iniciativa de Plan Internacional, el Fondo de Población de las Naciones Unidas, Save the Children, ONU Mujeres y la Aprofam,  de pedir al Congreso la modificación del artículo 81 del Código Civil, a fin de elevar la edad para el matrimonio a 18 años en ambos sexos y prohibir las uniones de hecho de menores de edad.

Ojalá esta vez los diputados se porten decentes y cumplan legislando para el bienestar de la población, para que no haya tipos que jueguen a hacer muñecos con niñas, con el beneplácito del Estado, los padres y todos los que nos quedamos callados cuando debemos exigirle a los legisladores y a las autoridades, leyes y respeto para la niñez.

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