Juan de Dios Rojas

El nombre rimbombante en el amplio sentido de la palabra, crea las expectativas de rigor, cuando diversos temas llenan el espacio y ponen mucho en que pensar. No negamos tal distinción que si no fuera por tanto embrollo en términos relativos al caso imposible negar, de estar sumida en crisis monetaria y de ajuste la maratónica carrera de préstamos que nos hipotecan.
Es de imaginar, sea parte sustancial proveniente del Ministro Indígena de Cultura y Deportes; ese compromiso palabra mayor, equivalente a un sinnúmero de vaivenes en torno al caso vinculado otra vez a los ojos del mundo exterior. Por cuanto el aludido Baktun 13, evento cuya sede principal tuvo asiento en el templo del Gran Jaguar, del norteño departamento del Petén.
Que tenga proyecciones cuantificables del orden cualitativo, nadie va negar, empero ya pensarían formalmente que aparte de constituir enorme compromiso ante la mirada internacional, el o los propiciadores del caso, porque a criterio de la inmensa población con los pies sobre la tierra, no está la fulana para tafetanes, cuyos presupuestos a duras penas sobreviven.
Además, base primordial para el montaje del evento de dimensiones fuera de lo común viene a ser, indiscutiblemente, si toda la infraestructura, paisajes, sitios entre montículos, ríos admirables; también testimonios de las ruinas impresionantes, tradiciones y costumbres, valiosos testimonios de lo relativo a dimensiones interminables que conforman el cuadro general.
Tendrían, indiscutiblemente aparte del mapeo correspondiente, base definitiva, llevar a feliz término una decidida reparación, equivalente a la imagen necesaria y fundamental. Basta un simple vistazo para percibir que el total constituye gran inversión económica, incluso utilizarán fondos obtenidos de la carrera kilométrica de préstamos sin fin, ¡qué gran compromiso!
La marimba excelsa muy nuestra, desgranará sus arpegios y habilidosos ejecutantes; el multicolor admirable de nuestros trajes típicos, además de las admirables ruinas mayas, variedad de rituales ancestrales, serán un exponente que deja en las pupilas del público imágenes perdurables, juntamente con la floresta, que a pesar de fenómenos naturales y desforestación aún existe.
Las autoridades competentes del ramo de Gobernación tendrán que hacer esfuerzos máximos con tal de encargarse de brindar seguridad a quienes acudan en todos los sitios que en suma constituirán la Capital Iberoamericana de la Cultura 2015. Como el tiempo es veloz, dicho evento de significativa trascendencia ojalá no quede dormitado. Estamos a poco tiempo de distancia.

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