Extorsiones, asaltos, violencia sexual, trata de personas, riesgo de perecer en accidentes o abandono en el desierto, es la realidad que afrontan más de 130,000 menores no acompañados, niños que ingresaron irregularmente a Estados Unidos desde 2022, sin que las autoridades guatemaltecas brinden asistencia consular. A esta cifra hay que agregar las más de 300 niñas, niños y adolescentes que son detenidos diariamente en la frontera sur de los Estados Unidos.
Fernando Castro Molina, analista migratorio, comparte el análisis que revela la realidad que afronta este segmento de la población vulnerable. Los niños y niñas migrantes sufren hambre, frío, enfermedades, sin tener acceso a servicios de salud. Se exponen a la explotación por el crimen organizado. Además de otros tipos de violencia y discriminación por parte de la población de los lugares que atraviesan. Todas estas situaciones tienen graves consecuencias para su salud mental y su bienestar.
Las declaraciones del Secretario de Salud de Estados Unidos, Xavier Becerra, son alarmantes, porque el gobierno del país del norte carece de recursos y acciones para atender el flujo de menores migrantes que afrontan abuso laboral en ese país, ya que es un tema que aún no es abordado a profundidad por las cancillerías de los países que integran el triángulo norte de Centroamérica, Guatemala, El Salvador y Honduras, y México.
El reportaje “Solos y explotados, niños migrantes desempeñan trabajos crueles en EE. UU.”, publicado por el New York Times, el 25 de febrero de 2023, en una investigación realizada en 20 estados de la unión americana. Informa que los menores no acompañados que entraron irregularmente a Estados Unidos alcanzaron la cifra de 130,000, en 2022, el triple que el registrado en los cinco años anteriores. Se teme otra oleada para el próximo año.
Pese a esta realidad no se han visto políticas y esfuerzos de atención por parte de instituciones vinculadas al tema migratorio y derechos humanos, agrega Castro Molina.
La falta de acciones de los miembros de la Comisión de Migrantes del Congreso de la República de Guatemala, ha sido notoria, por no citar a los funcionarios de la cancillería guatemalteca para cuestionar las acciones realizadas ante el gobierno de Joe Biden.
Es recomendable que representantes de organizaciones pro inmigrantes residentes en EE. UU., se pronuncien ante el Ministerio de Relaciones Exteriores, Procuraduría de Derechos Humanos PDH, Oficina de Derechos Humanos del Arzobispado de Guatemala ODHAG, y con el presidente de la Comisión de Migrantes del Congreso de la República, para que informen sobre las acciones realizadas en el tema de menores migrantes explotados en EE. UU.