Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Cuando el hombre fracasa en conciliar la justicia y la libertad, fracasa en todo

Albert Camus

Con el afán de encontrar respuesta a la pregunta existencial, que se hace cualquier ser humano en algún momento de su vida, cuando se pregunta el significado de la Justicia, he de decir lo que todos sabemos, la respuesta no es fácil, porque no es un principio o una garantía, se trata de un Valor, el máximo al que puede aspirar cualquier persona, y por lo tanto en algún momento subjetivo.

Se acude entonces, a los estudiosos que se han aventurado a tratar de entender el significado de este Valor, el más importante con el que cuenta la persona,  en lo particular he leído  a John Rawls, quien escribió una de las obras modernas más importantes sobre este tópico de trascendencia fundamental en el mundo de hoy, Rawls se manifestó así, “La teoría del derecho y de la justicia se funda en el concepto de reciprocidad que reconcilia los puntos de vista de uno mismo y de los demás como personas morales iguales. Esta reciprocidad tiene como consecuencia que ambas perspectivas caractericen el pensamiento y el sentimiento moral, muchas veces en una medida casi igual.  Ni el interés por los demás ni el interés por uno mismo tienen prioridad, porque todos somos iguales; y el equilibrio entre las personas viene dado por los principios de la justicia.”

A raíz de los acontecimientos acaecidos en el mundo entero, por los que, observamos que, ni la pandemia modificó el pensamiento ególatra y utilitarista de algunos, que siguen pensando que lo malo, como las consecuencias de una enfermedad solo les ocurre a los demás y que las desgracias se ven desde la ventana, nos encontramos enfrentado a nivel local tanto como internacional la utilización de las instituciones para conseguir fines espurios, muy lejos del ideal de lo que implica la Justicia, no ya solamente como un valor al que aspira el derecho, sino que como el valor máximo de la vida.

Hans Kelsen en su obra titulada ¿Qué es la Justicia? Argumenta: “Comencé este estudio con la pregunta: ¿Qué es la justicia? Ahora, al llegar a su fin, sé perfectamente que no la he contestado… Debo conformarme con la justicia relativa, puedo decir únicamente lo que para mí es la justicia. Como la ciencia es mi profesión y, por lo tanto, lo más importante de mi vida, para mí la justicia es aquella bajo cuya protección puede florecer la ciencia y, con la ciencia, la verdad y la sinceridad. Es la justicia de la libertad, la justicia de la paz, la justicia de la democracia, la justicia de la tolerancia.”

La complejidad del tema, es relevante para nada baladí, se trata del valor máximo al que aspira la población en general, en ese orden de ideas, los autores citados, no tienen posiciones diferentes sobre la justicia, considerada por todos como un valor, Rawls durante toda su obra coloca en la cúspide de un gran total a la justicia, valor que se alimenta de principios morales y éticos que acompañan al ser humano, que necesita de ese valor que va más allá del Derecho, es igualdad y libertad dentro de las desigualdades sociales.

Kelsen, nos lleva por un recorrido para lograr un orden social, acompañándose de garantías y principios necesarios en cualquier sociedad que anhela ser justa, como la felicidad social, la vida, la libertad, la verdad, para vivir en democracia, el Maestro se pregunta si la Justicia es dar a cada quien lo suyo, ¿Qué es lo que cada uno puede considerar como “lo suyo”? el autor considera que es muy general, y que no corresponde a un orden social especifico, puede ser a cualquiera, con cualquier ideología, que el legislador al crear la norma regulara como un marco jurídico.

Históricamente hemos buscado la justicia, clamamos por ella porque buscamos ese todo que nos permita vivir en un mundo que nos garantice como mínimo democracia y libertad, ante todo igualdad, ¿Lo percibimos hoy así? No, cuando leemos diariamente que se utiliza el sistema para liberar a personajes cuestionados incluso, internacionalmente y se castiga duramente a los supuestos enemigos, sin probar que hayan cometido delitos, convirtiendo faltas administrativas en delitos graves.

La cárcel es utilizada como un castigo al que piensa diferente, vedando de la libertad injustificadamente a quien no debe sufrir esa condena.

El momento actual exige que nos preguntemos ¿Qué esperamos cuando pedimos Justicia? Ante todo, libertad e igualdad.

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