Samuel Flores

Periodista, fotógrafo y catedrático universitario, interesado en la recuperación de la memoria histórica del periodismo en Guatemala. Comprometido con la formación académica de la juventud mediante la investigación, verdad y justicia. Opositor a la corrupción, despilfarro y excesos cometidos por los gobernantes y funcionarios que se han enriquecido a base de la pobreza extrema de la población principalmente en el área rural.

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Pese al sacrificio de dormir a la intemperie, bajo la lluvia, viento, los miembros de los 48 Cantones de Totonicapán, así como indígenas y campesinos de los 115 puntos bloqueados a nivel nacional, es satisfactorio atestiguar la manera en que estudiantes y docentes de universidades privadas, inquilinos de mercados y la ciudadanía en general, se volcaron de lleno con apoyo presencial, entrega de víveres, frazadas y otros productos, a los manifestantes que demandan el respeto a la voluntad popular reflejada en las urnas.

Algunas empresas otorgaron permiso especial a sus empleados para no acudir a sus centros de trabajo y otras, facilitaron transporte. Es lamentable las pérdidas que millares de agricultores afrontan al no poder transportar sus verduras y vegetales, sin embargo, existe conciencia de que todos deben poner su grano de arena para alcanzar el objetivo.

Es admirable observar el entusiasmo de familias completas, ciudadanos, así como organizaciones civiles, campesinas e indígenas, al entregar panes con frijol, ensalada, atoles, chuchitos, azúcar, café, leche, frutas, agua embotellada, así como medicamentos para la gripe, el resfriado y enfermedades gastrointestinales. Es digno de respeto el sacrificio que cientos de conductores de transporte de carga pusieron de manifiesto al paralizar por más de 36 horas sus actividades, en apoyo al paro nacional.

Si el gobierno, MP y el CACIF esperaban que la participación ciudadana mermara con los primeros días del paro nacional, hoy -a nueve días del paro-, asombrados atestiguan que el entusiasmo y despertar ciudadano se fortalece, pese a que algunos comerciantes y vendedores especuladores, han incrementado los precios de los productos de consumo diario y las tarifas de transporte. Por el contrario, los guatemaltecos se suman a la petición de respetar la voluntad popular que eligió presidente y vicepresidente el pasado 20 de agosto, en segunda vuelta.

También merecen reconocimientos las manifestaciones realizadas por estudiantes de la Universidad privada Mariano Gálvez, UMG; de la UNIS, de la URL y otros de algunas unidades académicas de la San Carlos, así como la presencia y participación del cardenal Álvaro Ramazzini frente a las instalaciones del MP, en apoyo a la lucha que mantienen los 48 cantones y los guatemaltecos.

Los grandes ausentes en este desafío ciudadano son:  los diputados de las bancadas oficialistas que operan en el congreso; los miembros del Consejo Superior Universitario, CSU, y el rector Walter Mazariegos; el procurador de los Derechos Humanos, Alejandro Córdoba, quien fue expulsado por manifestantes que pernoctan frente a la sede del MP.

Además, los magistrados de la CSJ y de la CC, empresarios ambiciosos que se enriquecen con la pobreza de la población, empresarios que elevan la tarifa de transporte, y líderes religiosos de diferentes denominaciones que apoyaron a Sandra Torres y al pacto de corruptos durante las elecciones 2023. 

El gobierno y sus funcionarios buscan justificar su silencio y falta de acción ante las desmedidas acciones antidemocráticas ejecutadas por la fiscal Consuelo Porras, el fiscal de la FECI, Rafael Curruchiche, la fiscal Cynthia Monterroso y el juez Fredy Orellana. El rechazo popular es evidente ante el desmedido grado de corrupción e impunidad que desde el MP protege a los gobiernos de Jimmy Morales y Alejandro Giammattei. A la población le indigna el mensaje de la fiscal general transmitido en redes.

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