Samuel Flores

Periodista, fotógrafo y catedrático universitario, interesado en la recuperación de la memoria histórica del periodismo en Guatemala. Comprometido con la formación académica de la juventud mediante la investigación, verdad y justicia. Opositor a la corrupción, despilfarro y excesos cometidos por los gobernantes y funcionarios que se han enriquecido a base de la pobreza extrema de la población principalmente en el área rural.

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Ayer se conmemoraron 33 años del asesinato de la antropóloga Myrna Elizabeth Mack Chang, ejecutado por un escuadrón de la muerte. Coincidentemente, su hija Lucrecia Hernández Mack, falleció por complicaciones de salud el pasado 7 de septiembre. Ambas mujeres lucharon desde diferentes instancias por la población desplazada por el Ejército en montañas del país, y desde el Congreso.

La noche del martes 11 de septiembre 1990, Myrna Mack fue asesinada a cuchilladas frente a la 11 avenida, 12-17 de la zona 1, por sus posiciones críticas por el tratamiento del gobierno de Vinicio Cerezo Arévalo a los indígenas mayas y su denuncia de los abusos sobre derechos humanos. La víctima constituye una de las víctimas producto del Conflicto Armado Interno que durante 36 años enlutó al país.

El 23 de septiembre 1993, Noel de Jesús Beteta Álvarez, exespecialista del Ejército, fue condenado a 30 años de prisión por la muerte de la antropóloga Myrna Mack. Se fugó –junto a 37 reclusos– en  un motín registrado en el centro de detención preventiva para hombres Pavoncito, Fraijanes. El exsargento Beteta Álvarez fue recapturado ese mismo día a inmediaciones del kilómetro 22.5, Santa Elena Barillas, Villa Canales, tras una espectacular persecución de agentes de la Policía Nacional, (hoy PNC).

El asesinato de Myrna Mack, constituye el primer caso de derechos humanos llevado a tribunales que colocó en juicio a militares de alto rango.

Lucrecia Hernández Mack, destacó por su capacidad, valentía y compromiso porque el país tenga una verdadera democracia. La doctora Hernández Mack fue una de las fundadoras del Movimiento Semilla, primera mujer Ministra de Salud en Guatemala, y diputada de la novena legislatura. Nació el 16 de noviembre de 1973, falleció a los 49 años debido a complicaciones de salud, recibió tratamiento tras haber sido diagnosticada con cáncer.

La doctora Hernández Mack fue nombrada Ministra de Salud Pública y Asistencia Social, por el presidente Jimmy Morales. Renunció al cargo el 27 de agosto 2017, tras conocer que el mandatario Morales expulsó del país al jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala-CICIG, Iván Velásquez.

Durante su gestión como ministra, impulsó el “modelo incluyente en Salud-MIS, estrategia que buscó fortalecer el primer nivel de salud. El programa operó en más de 100 puestos de salud; además, dio espacio para que médicos terapeutas mayas y abuelas comadronas, trabajaran en conjunto para atender la salud en las comunidades.

Ambas mujeres son ejemplo de superación, perseverancia, forjadoras de generaciones que luchan por el desarrollo y defensoras de los derechos humanos de poblaciones vulnerables con una visión que antepone el servicio a niños, mujeres, madres solteras, adultos de la tercera edad, principalmente del área rural donde más se necesita.

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