Samuel Flores

Periodista, fotógrafo y catedrático universitario, interesado en la recuperación de la memoria histórica del periodismo en Guatemala. Comprometido con la formación académica de la juventud mediante la investigación, verdad y justicia. Opositor a la corrupción, despilfarro y excesos cometidos por los gobernantes y funcionarios que se han enriquecido a base de la pobreza extrema de la población principalmente en el área rural.

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Samuel Flores

Al 31 de enero 2022, el costo mensual de la Canasta Básica Alimentaria, elaborado por el INE, alcanzó los Q3,110.18; el costo mensual de la Canasta Básica Alimentaria ronda los Q7,191.21. Comparado con el salario mínimo establecido por el gobierno y empresarios, observamos la pérdida del poder adquisitivo del quetzal ante la escalada de precios que los comerciantes, panaderos, industriales, expendedores de combustibles y gas propano, aplican a finales de febrero.

El salario mínimo de Q3,209.00, Q3,122.55, y de Q2,954.35, decretado de forma arbitraria por el gobierno y empresarios a las actividades económicas no agrícolas, agrícolas y exportadora y de maquila, -respectivamente-, en nada compensa el alto costo de la vida que afrontamos hoy.

Reportes de medios revelan que la libra de frijol subió de Q5.00 a Q6.50; el cartón de huevos de 24 unidades costaba Q24.00 y subió a Q30.00, (Q1.25 por unidad). La libra de arroz costaba Q4.50 y hoy sube a Q6.00; la libra de azúcar se cotizaba la semana pasada a Q3.75, y esta semana amaneció a Q4.50; la unidad de pan popular de francés o manteca cuesta Q0.50; las tortillas hoy se compran a tres por un quetzal.

Al comparar esta escalada de precios –que revelan un desfase colosal frente a los derivados de los combustibles, cuyo galón de gasolina Súper, y Regular, en modo autoservicio, supera los Q34.00 en la capital, y alcanza los Q40.00 en el área rural del país.

Estos incrementos reflejan el menor poder adquisitivo para la población que vive en condiciones de pobreza extrema, de indígenas y campesinos que habitan en comunidades aisladas del territorio nacional, y de familias que habitan cinturones de pobreza en áreas urbanas.

Entendemos que el incremento de los derivados del petróleo se genera por la sangrienta invasión que Rusia ejecuta contra Ucrania. Ante ese problema geopolítico, el gobierno del partido VAMOS puede asumir medidas emergentes orientadas a amortiguar la escalada de precios en el país.

La bancada de oposición propone la ampliación del subsidio durante seis meses al gas licuado de petróleo, el cual expiró ayer por la tarde. Esta beneficiaría a más de 1.5 millones de familias afectadas por el incremento del gas propano; sin embargo, esta propuesta no es apoyada por la instancia de jefes de bloque del Congreso. De esa cuenta, los precios  por el cilindro de 25 libras alcanzará los Q142.00; la presentación de 35 libras a Q199.00 y Q568.00 el cilindro de 100 libras.

Además, aprobar una iniciativa que permita utilizar unos Q4,000.00 millones de recaudación tributaria para sufragar el alto costo de vida durante el primer semestre. El dinero saldría del saldo de caja que asciende a Q24,000.00 millones que el gobierno tiene depositados en los bancos. Esta política de compensadores económicos aliviaría el asfixiante incremento de precios que empobrece a la clase trabajadora.

Es hora que el gobierno asuma su responsabilidad ante la población que clama por políticas de apoyo social temporal, producto de las desafortunadas declaraciones emitidas por el Ministerio de Energía y Minas, en las cuales –sin haber estallado la conflagración en Ucrania–, funcionarios del MEM anunciaron que el galón de combustibles puede alcanzar los Q45.00 por galón, lo cual genera especulación y un incremento desmedido de precios a todo nivel.

Es imperante que el Ejecutivo y Legislativo apoyen esta iniciativa a fin de disminuir su desgastada imagen producto del impulso de políticas orientadas a beneficiar el monocultivo, industria extractiva, a comerciantes, industriales y ganaderos.

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