José Roberto Alejos Cámbara
¿Salida de qué? De la crisis institucional en la que nos encontramos, y no hablo del desgaste, la falta de credibilidad y la cooptación de los tres organismos del Estado y de los órganos de control, me refiero al deterioro de la institucionalidad pública y de la credibilidad de los últimos gobiernos y enfáticamente del actual y que es a todas luces evidente.
En el 2015 el pais fue sacudido y la población supuso un cambio para mejorar y no para lo contrario. El gobierno de Jimmy Morales se ganó el sobrenombre de “Pacto de Corruptos” identificación que se mantiene para el gobierno actual no solo en el nombre sino en acciones crecientes con indudables pruebas de incapacidad para encontrar soluciones que mitiguen las principales necesidades de la población; el ineficiente manejo del presupuesto y las erróneas decisiones y ejecuciones ante la crisis mundial generada por la pandemia.
Jorge Serrano Elías perdió el control de sí mismo ante una crisis de anarquía y corrupcion muy parecida a la actual, lo que generó en un autogolpe de Estado, pero salvamos la institucionalidad y al sistema gracias a que la Constitución contempla en su articulado salidas legales para evitar el rompimiento institucional.
Pero no por ello estamos obligador a soportar cuatro años a alguien que, con la complicidad de varios de su equipo, la indiferencia de otros y el acomodamiento de muchos, nos ha llevado al fondo del precipicio, un precipicio que se hace cada vez más profundo y es esa profundidad la que ha evitado que toquemos fondo.
La coyuntura de aquel momento evitó que los constituyentes obviáramos temas que hoy nos pasan factura. En ese momento era prioritario profundizar en los fraudes electorales y en los derechos del ser humano que eran violados constante, permanente y sistemáticamente, lo que derivó en que temas como los pueblos indígenas, la mujer, el ambiental y la distribución equitativa no fueran profundizados, como tampoco lo fue, ni siquiera mencionado, el tema de la revocatoria del mandato y que ahora se torna urgente retomar.
La revocatoria del mandato se convierte hoy día en la base para hablar no solo de reformas constitucionales en seguridad y justicia o en temas electorales, sino para sentarnos y definir la refundación del Estado. Una refundación que mantenga la democracia, el sistema republicano y representativo y, sin duda, que contemple la revocatoria del mandato.
Diversos son los sectores que piden la renuncia del presidente Alejandro Giammattei, petición que podría promover la inmediata reforma para crear un sistema de revocatoria usando la figura del procedimiento consultivo contemplado en el artículo 173 constitucional, y motivar ese urgente diálogo y negociación para crear un sistema plurinacional e incluyente que permita retomar el camino trazado desde aquel golpe de estado de 1982.
Recolectar firmas pidiendo la renuncia para pedir la reforma constitucional es indiscutiblemente parte del sistema democrático, pero bastarían diez 10 diputados para motivar una iniciativa de reforma constitucional para la revocatoria de mandato presidencial; sería la oportunidad de sentarse y trazar con seriedad la ruta para alcanzar la Guatemala que merecemos. Las muertes por la pandemia y por enfermedades colaterales no tiene nombre, pero morir de hambre en un país tan rico como el nuestro no tiene justificacion.
