Raul Molina Mejía

rmolina20@hotmail.com

Nació el 20/02/43. Decano de Ingeniería y Rector en funciones de USAC. Cofundador de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca (RUOG) en 1982. Candidato a alcalde de la capital en 1999. Profesor universitario en Nueva York y la Universidad Alberto Hurtado (Chile). Directivo de la Red por la Paz y el Desarrollo de Guatemala (RPDG).

post author

 

Raúl Molina

La Resistencia Nacional ha ido en constante crecimiento y se fortalece. Con motivo de la conmemoración del Día Internacional de la Mujer, impresionó la cantidad de eventos, pronunciamientos y otras actividades, muy creativas, que las organizaciones de mujeres realizaron, no sólo en la capital, ni tampoco sólo el 8 de marzo, sino que en todo el país y a lo largo de la semana. Esas manifestaciones de lucha tienen como denominador común el rechazo a los sistemas patriarcales impuestos por los grupos que se aprovechan de su dominación. Así, se entrelazan con las acciones de resistencia al Estado secuestrado por las mafias corruptas. La “resistencia de las mujeres” se ha convertido en brazo indispensable y formidable de la Resistencia Nacional. Ha tomado las características de la resistencia de siglos de los pueblos indígenas, que hoy aprovechan cada espacio para plantear sus demandas y avanzar sus luchas, y la resistencia de los movimientos sociales y populares ante el modelo económico neoliberal, particularmente quienes, para sobrevivir, deben defender sus territorios, tierras y recursos. Sectores significativos de grupos religiosos, empleados públicos y pobladores piensan que la dictadura actual debe ser demolida, y se organizan y agilizan para lograrlo. Vía la Resistencia Universitaria, se reúnen autoridades, profesores, investigadores, trabajadores y estudiantes para rechazar al usurpador en la USAC y al sistema corrupto que lo sostiene, dentro y fuera de la universidad; pero la lucha trasciende, para buscar un nuevo tipo de Estado y régimen.

De ser el actual proceso electoral democrático, con elecciones libres, justas e imparciales, las opciones honestas –MLP, Semilla, URNG, VOS y Winaq– enterrarían a las opciones “oficialistas” y de derecha. No obstante, en las condiciones reales, establecidas por mafias en el Estado y el sector privado, se quiere consumar lo que denomino Mega-fraude: proceso electoral que garantice que nada cambia, y el Estado siga estando capturado y sumido en la corrupción y la impunidad. Hay escepticismo en la comunidad internacional sobre la limpieza del proceso, y, día a día, la ciudadanía se entera de nuevas maneras de ignorar el derecho al voto y permitir la continuidad de la dictadura. Esto llevará, sin duda, a la implosión del proceso, con la consecuencia de que los falsos resultados serán rechazados por el Pueblo. La batalla política es así determinante: cada voto por opciones honestas es voluntad firme por el cambio radical. Y defenderemos nuestros votos de todas las maneras posibles. No se trata ya de que la candidata y los candidatos honestos a la presidencia sean potenciales Mesías. No, se trata de votar inteligentemente y, aun antes de la primera vuelta, con base en encuestas confiables, volcar todos nuestros votos hacia quien tenga mayores probabilidades de llegar a segunda vuelta –igualmente, hay que ganar muchas diputaciones y alcaldías. El candidato honesto que llegue a segunda vuelta confío que será el nuevo Presidente del país; si desearan bloquear este resultado, los millones de votos deben convertirse en millones de manos para defender el triunfo.

Artículo anteriorCorre y va de nuevo: ¡La historia del COG se repite en la CDAG!
Artículo siguienteBienvenidos a la tiranía