Jóvenes por la Transparencia

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Aparicio López
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20 años

En un vaso hay hormigas rojas y hormigas negras. De repente, empiezan a sacudir el vaso y las hormigas caen unas encima de otras. Las hormigas negras están seguras que las hormigas rojas han empezado la pelea y se van sobre ellas. Las hormigas rojas creen que las hormigas negras han empezado y responden a la violencia sin dudarlo, creyendo que las otras son las culpables de que se mueva todo. Nadie se pregunta: ¿Quién está agitando el vaso?

Pido disculpas por intentar parafrasear esta historia que hace un tiempo vi en algún grupo de WhatsApp. Esta historia nada tiene que ver con hormigas, es más un reflejo de lo que ha estado sucediendo en nuestro país. Cada vez son más las personas que creen que solo hay un lado A y un lado B. Cada vez son más las personas que creen que la violencia es el único camino para resolver los conflictos que afrontamos y cada vez más las que creen que la única verdad es la suya, y que la única solución correcta y perfecta es la que presentan.

En los últimos años en nuestro país ha habido tantos temas posibles que podemos usar como ejemplo para este pequeño texto, que dejaré en manos del lector compararlo con el que considere mejor para el ejercicio.

Los medios que se usan para recibir información son factores determinantes en las posiciones que se toman: desde el noticiero que se elige, la radio que se escucha y las redes sociales, que si bien han sido una gran herramienta para el desarrollo de la humanidad en los últimos años, también ha sido un arma de doble filo, que envuelve en un contenido que gusta y que puede llevar a encerrar a las personas en un solo punto de vista y probablemente en una sola idea. Cuando una persona está tan expuesta a un solo pensamiento cierra su mente a la posibilidad de pensamientos contrarios o tan solo un poco diferentes al que ha adoptado.  Esto lleva lamentablemente a extremos. Los extremos son las zonas más peligrosas, porque son cerrados e incluso pueden llegar a ser violentos.

En este sentido, las redes sociales también pueden ser una oportunidad para retarse y exponerse a nuevos pensamientos, tan fácil como seguir personas que piensan diferente e intentar entender sus argumentos con la intención de comprenderles. Allí es cuando se logra la evolución de la humanidad, cuando personas que piensan diferente se entienden y discuten sus ideas, porque las ideas adquieren valor cuando son discutidas, cuando se encuentran puntos en común y se construye sobre eso.

Mi invitación es a ser vulnerables, a compartir ideas y estar dispuestos a entender a los demás, a escucharnos y entender nuestras diferencias. Entender que mi verdad puede no ser la verdad del otro, a alejarse de los extremos que nunca construyen solo destruyen, pero sobre todo a hacernos preguntas, cuestionarnos y fomentar el pensamiento crítico y las decisiones basadas en hechos. Darse cuenta que nos estamos distanciando los unos de los otros, que nos está costando encontrar puntos comunes, que no existe únicamente el lado A y el lado B, sino, al contrario, existe todo un abecedario de opciones y sobre todo antes de culpar al otro cuestionarse ¿Quién está agitando el vaso?

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