Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Los groseros actos de corrupción de Alejandro Giammattei y Miguel Martínez han tenido, tienen y por lo visto tendrán Consuelo y un Ángel que los proteja.

La Fiscal General, Consuelo Porras, el Secretario General, Ángel Pineda y Rafael Curruchiche de la FECI, no tienen forma de justificar su apaño a la corrupción de quien hasta hace unos días era el Presidente de la República.

Se han hecho los ciegos, sordos y mudos con todas las acciones que realizó la pareja presidencial, que además de negocios y dinero para ellos y su círculo, significó un pleno control de todos los entes del Estado.

Saber que aumentaron en Q22 mil millones los pagos por plazas y contratos de servicios explica mucho de cómo lograron el control total.

Ni en la explosión de la autopatrulla que protegía a Leyla Lemus avanza el Ministerio Público (MP) porque tiene aroma a Giammattei y su pareja, porque se esmeraron en hacer notoria su molestia por la posibilidad de quedarse sin el Presupuesto 2024 y recordemos que Porras y Pineda son el Consuelo y el Ángel de quienes dejaron el poder.

Entonces, ¿qué les queda?

Hacer lo que han hecho, los exabruptos que son como declaraciones de una guerra en la que pierde el país y su gente que ha sido tan afectada por la corrupción en este país.

Poco a poco se irá sabiendo de la corrupción de Giammattei, Martínez y Cía y el MP no hará nada porque a ellos también, Giammattei, Martínez y Cía le saben sus pecados y lo que han cobrado los operadores por “resolver” temas.

Es el momento que los ciudadanos discutamos las rutas para fortalecer el Estado de Derecho, la justicia del país y las instituciones y por eso hablar entre los actores de más peso y comprometidos, se vuelve fundamental.

Poco necesitamos para enderezar la ruta del país y si con todo y los vicios hemos logrado seguir avanzando, caminar sin tanto vicio y corrupción puede ser determinante.

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