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@ppmp82
Cuando los días jueves y viernes, el presidente electo habló de manifestaciones y bloqueos, sin distinción, el Gobierno paralelo que funciona en Guatemala y que emanó de lo que para Alejandro Giammattei es su Centro del Gobierno, entendió que era momento de exacerbar la situación.
Los piquetes como los de Cayalá y los que se dieron ayer con el afán de provocar miedo y con ello cierres que terminan afectando a los que quieren democracia, tienen todo el tinte de inteligencia bien estructurada.
Eso, más los bloqueos de grupos que ya tienen cansada a la gente, han provocado una ola de reacciones en contra de Bernardo Arévalo y con ello, los que no quieren democracia van ganando la partida.
El futuro mandatario entenderá que si pide el levantamiento de los bloqueos, Consuelo Porras, Rafael Curruchiche, Fredy Orellana, todos comandados por Giammattei, se sentirán a sus anchas pero la verdad es que hay algunas formas en las que los que desean democracia pueden mantener la llama de la manifestación pacífica bien focalizada en los actores nombrados que no desean democracia.
Giammattei quiso ayer volver al tema centrado en Arévalo y éste le devolvió el tema de los bloqueos para que el Presidente se siente con los líderes para levantar los mismos, pero el futuro Presidente no necesita jugar ese juego.
Michelle Obama dijo una vez que cuando la gente se tira al lodo, los que quieren actuar diferente deben mantener la altura y eso es lo que ahora le corresponde al futuro gobernante, quien ya había tenido la capacidad de fortalecer el tejido que necesita un mandatario que está llamado a enfrentar un sistema y la corrupción que lo alimenta.
Se necesita que Arévalo pueda hacer el llamado para reenfocar los esfuerzos pro democracia para lograr dos cosas: liberar rutas en favor de todos los guatemaltecos, en especial los que quieren democracia y para dejar aislados a los que el Gobierno paralelo quiere sacar para aterrar a la población.
Del otro lado, es importante apoyarse en la comisión de la Organización de Estados Américanos (OEA) para intentar un pacto democrático que implique respeto a los resultados para sostener la democracia. Se necesita que grupos indígenas, académicos, empresariales y de sociedad civil sean parte del mismo para que quede claro que si intentan socavar la democracia, no se tolerará.
Además, es necesario que exijamos a Porras que nombre fiscales especiales para investigar todo lo electoral. Caso Semilla, los otros 19 en condiciones similares, lo del TREP y más porque sin duda que no hay objetividad alguna en ella y sus subalternos. Investigar así afecta la democracia y va en contra del Estado de Derecho.
No podemos seguir jugando en la cancha que el Gobierno y los actores antidemocráticos quieren. Los enemigos de la democracia están en la Presidencia, en el MP y en las cortes y no en las calles donde se están viendo afectados millones de personas.
Han pasado muchos días pero nunca es tarde para reencausar el barco por la democracia. La llama del que desea vivir en un país democrático tiene cabida más allá de los bloqueos. El mandatario electo puede reconducir el barco, demandar que las liberaciones de ruta se den con actuación responsable de la policía y salirse del juego que Giammattei y Cía tienen instalado.
Sabemos que Giammattei, vía esa famosa carta de renuncia, controla a Porras y todo lo que pasa en el MP, por eso es que insisto que necesitamos reenfocar los esfuerzos pro democracia en los actores antidemocráticos y liberar las calles y carreteras para no terminar de afectarnos entre nosotros.
El MP nunca va a investigar quién le pagó a los maleantes de ayer, porque sabe que si lo hace se pueden encontrar vasos comunicantes con sus amos.
