Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Desde su fundación, hace 101 años, La Hora tuvo que cerrar sus operaciones tres veces como resultado de presiones del poder público para eliminar al medio. Pero hace 77 años que se inició la Cuarta Época en la que se ha publicado sin más que brevísimas interrupciones por efecto de la censura, como ocurrió cuando Serrano dio el manotazo contra la Constitución de la República.

Recién vuelto de catorce años de exilio y apenas unos días después de la Revolución de Octubre que le permitió volver a su patria, Clemente Marroquín Rojas publicó otra vez su diario con las mismas metas, los mismos principios y los mismos valores que en 1920, siendo un joven estudiante universitario, le impulsaron a fundar un diario que fuera tribuna para participar y promover el debate sobre las cuestiones nacionales.

No es casualidad que la fundación de La Hora fuera inmediatamente después del fin de la dictadura de Estrada Cabrera ni que esta época empezara diez días después del derrocamiento de la dictadura de Ponce que era el sucesor de Ubico.

Cuatro generaciones de la familia Marroquín han sido responsables de la edición del diario y de continuar con el legado de persistir en la lucha por los intereses de los guatemaltecos que no tienen voz ni oportunidades, por los que luchan por hacerlo bien a pesar de las dificultades, por el empresario y el emprendedor que no se da por vencido y por hacer realidad el viejo sueño de nuestro fundador, en el sentido de que construyamos una sociedad en la que cada día haya un mayor número de pequeños ricos y que el Estado deje de ser el botín que facilita negocios y aleja los sueños del guatemalteco.

Y ahora, en noviembre arrancará la Quinta Época porque le diremos adiós al papel para seguir creciendo en la parte digital. En los últimos cinco años hemos quintuplicado nuestros lectores en la Web. En el 2012 mi padre, Oscar Clemente, tuvo la visión de ya no invertir para ampliar la planta impresa y así centrarnos en el crecimiento digital. Hoy vemos los frutos de esa decisión.

Junto a él y un Socio (Luis von Ahn) quien a pesar de su éxito en el mundo no deja de soñar con una Guatemala mejor, más justa e incluyente, caminaremos en esta Quinta Época sabiendo que los retos son grandes pero el deseo de nuestros lectores y clientes, así como la entrega de quienes hacen esto posible, son mayores.

El país atraviesa tiempos complicados y entendemos que los medios debemos ser esa herramienta que empodere ciudadanos para tomar mejores decisiones. En Venezuela y Nicaragua, extremos de la región, toca a los medios que quedan decir lo que ya mucha gente no hace por temor a represalias. Cuando el crimen organizado avanza y poco a poco se apodera de las sociedades, el ciudadano se apoya en los medios para que su voz se escuche, aunque no sea identificada con nombre y apellido.

Sabemos que debemos perfeccionar nuestra relación con diferentes segmentos de la población, que debemos reactivar con todo nuestra inversión en Estados Unidos (ahora ya sin las barreras del papel y todo lo que implicaba), porque estamos convencidos que tenemos mucho que aportar en la construcción de una mejor Guatemala.

En algún momento alguien pensó que “sin los edictos en papel y publicados en un medio privado”, La Hora llegaba a su fin, pero gracias a Dios y a la confianza de los clientes (lectores y anunciantes), de nuestros colaboradores y de nuestro socio, aquí estamos para seguir contado la historia en diferentes formatos digitales.

Seguiremos atendiendo a quienes, sin obligación legal, deseen hacer sus publicaciones legales en forma digital para garantizar plena certeza en la publicación del Diario Oficial, pero sin que eso sea el foco principal porque nos hemos preparado para seguir creciendo en otros segmentos.

Transformar una sociedad es un rol de todos los ciudadanos y los medios debemos asegurarnos actuar de manera transparente para empoderar a todo aquel que sueña y lucha para que se generen más oportunidades y así poder crecer integralmente cerrando brechas.

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