Pedro Pablo Marroquín

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Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

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Pedro Pablo Marroquín Pérez
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@ppmp82

Conozco a los tres directivos que el día martes ofrecieron una conferencia de prensa en la Cámara de Industria (CIG) y creo, por lo que conozco, que quieren un país mejor para sus hijos como los queremos millones de guatemaltecos.

Y partiendo de ese punto, veo con enorme preocupación que no estén abordando los verdaderos problemas de fondo del país y me temo que aunque lo quisieran hacer, sienten la presión de algunas fuerzas que no los están dejando.

Supe el caso de un joven Presidente que tenía todas las ganas de transformar el oficio dirigencial del sector privado, pero al que unos gritos de una de las viejas figuras lo transformaron para siempre y desde entonces, se siente que quienes vivieron en el pasado de la guerra siguen incidiendo, y mucho, en los quehaceres de las cámaras y en los roles de sus directivos.

Les han dicho que si no se cierran filas en favor del sistema, la izquierda va a tomar el poder. La realidad es que si se siguen cerrando filas alrededor de lo que es insostenible, sí puede ganar la izquierda radical como lo puede hacer la derecha radical. Ambos extremos radicales terminan apuntalados en un populismo que usará en sistema en su favor, sin pensar en los millones de guatemaltecos que luchan por medio de esfuerzos honrados.

A los radicales del otro lado les dicen que los empresarios (sin distinción alguna) son los causantes de todo el desmadre que tenemos de país y eso tampoco es preciso ni el camino sobre el que debemos construir, porque son más los empresarios entregados con la causa de crecer cerrando brechas que los que están comprometidos con la causa de la corrupción y la impunidad.

El punto es que, al final del día, somos lo suficientemente sensatos como para saber que estamos entretenidos en una guerra ideológica que no salvará el país, sino que y por el contrario, lo sumirá más en la crisis.

El problema no es de ideología, porque igual roba o tuerce la ley uno de izquierda como uno de derecha. El reto que tenemos es cómo enfrentamos los vicios estructurales del sistema para aspirar a crecimientos integrales que nos permitan generar más y como dije, cerrar brechas sociales para fortalecer mercados.

Luis Alfonso, Raúl y Andrés saben, como sé yo, que mientras el sistema de compras siga controlado por mafias (de todo tipo) y que mientras el dinero del presupuesto sirva para pactar negocios en el Congreso y el Ejecutivo con sus aliados particulares, no solo el Estado no hará inversiones importantes que permitan a particulares generar empleo, sino que el sistema seguirá facilitando el lavado de dinero y la mayor penetración del crimen de todo tipo.

Los cuatro sabemos que mientras elijamos diputados por medio de listados que conforman los partidos/empresa, no hay chance real de una transformación en y desde el Congreso. En las condiciones actuales, y que regirán para la próxima elección, el fracaso para el ciudadano está tan asegurado como el negocio para el diputado que lo quiera.

En virtud del ejercicio empresarial y/o profesional que ejercemos los cuatro, sabemos sin temor a equivocarnos que el sistema de justicia no aguanta más, que el colapso es total, que no es posible dar justicia pronta y cumplida y que la manera como se buscan asegurar que no haya buenas investigaciones, será la herramienta sobre la que se montarán personas mañosas. Se está labrando una estaca en la que pronto nos sentarán sin derecho a recurrir a ayuda.

Los guatemaltecos que tenemos oportunidades estamos llamados a dar la milla extra. Sé que marcar la diferencia en estos tiempos no es fácil, pero siempre es posible para alejarnos de los radicalismos en los que nos quieren tener entretenidos sin hablar de los verdaderos problemas de este país.

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