Emilio Matta

emiliomattasaravia@gmail.com

Esposo y padre. Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Francisco Marroquín, MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, Certificado en Métodos de Pronósticos por Florida International University. 24 años de trayectoria profesional en las áreas de Operaciones, Logística y Finanzas en empresas industriales, comerciales y de servicios, empresario y columnista en La Hora.

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Emilio Matta Saravia
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El absurdo empecinamiento del Presidente Alejandro Giammattei con la vacuna rusa, únicamente puede verse desde la óptica de intereses económicos ocultos que pueda tener el mandatario y su círculo más íntimo con dicho país. Al menos una investigación de la FECI apuntaba en esa dirección, antes de que la llegara a “clausurar” la Fiscal General.

En cualquier otro negocio (sin mosca de por medio), se hubiese rescindido un contrato lesivo en el cual el proveedor ha incumplido descaradamente y se hubiese pedido de vuelta el dinero ya pagado, además de despedir sin mediaciones a quien participara de tan “brillante” negocio. Sin embargo, en vez de rescindirlo, se hizo una “renegociación” del mismo, reduciendo la cantidad de vacunas a la mitad (lo que ya está pagado), pero además cambiando la vacuna a entregar de la Sputnik V a la Sputnik “Light”. Se supone que además hay un cronograma de entregas y que las mismas ya se “regularizaron”, de acuerdo a declaraciones del mandatario. Por supuesto, ningún detalle del nuevo contrato o del cronograma ha trascendido por los acuerdos de confidencialidad.

Llega a ser tal el descaro y el cinismo de Giammattei, que en una entrevista que dio en un canal local declaró que las farmacéuticas Johnson & Johnson y Pfizer piden “un requisito ahí” que ellos (el gobierno) no pueden cumplir y que minan “la soberanía del país”. Entonces, a decir del Presidente, la soberanía de los países en los que se ha administrado la vacuna de Pfizer, como Estados Unidos, Canadá y la mayoría de países de Europa Occidental, ha sido minada por la casa farmacéutica. Habrase visto semejante estolidez. Y para colmo, la Ministra de Salud informó ayer que las negociaciones para adquirir vacunas de las farmacéuticas Johnson & Johnson y Pfizer avanzan en un 70%. Precisamente las mismas que el Presidente había dicho que comprometían la soberanía del país.

Los envíos de la vacuna rusa, de acuerdo con Giammattei, ya se están regularizando, aunque hasta el día de ayer únicamente habían entregado 960 mil dosis de las 8 millones ya pagadas, un 12%. Ofreció que llegarían 200 mil esta semana, o sea que lo entregado aumentaría únicamente al 14.5%. Es decir, para que se cumpla el ofrecimiento de que completarán las 8 millones de dosis ya pagadas antes de que finalice este año, deberán ingresar al pais alrededor de 1.4 millones de dosis mensuales, presumiblemente de las “Light”, de acuerdo a la opaca y estulta renegociación. Y encima es tan errática su comunicación, que luego de criticar al mecanismo COVAX por el incumplimiento en las entregas, se ufana de sus “buenas relaciones con el mundo” al anunciar que vendría un cargamento precisamente de dicho mecanismo.

Y ahora que tiene el camino allanado, sin pruebas ni investigaciones gracias al diligente trabajo de su “amiga”, y con suficientes vacunas, alrededor del 70% procedente de donaciones de países amigos, seguramente dirigirá todos sus esfuerzos a finalizar todos los negocios que tiene pendientes con sus nuevos “socios”.

Es evidente el desprecio por la vida de las demás personas, principalmente de quienes han fallecido a causa de COVID-19 por la falta de vacunas en el pais debido a la negligencia y tozudez de quien se abandera como líder de un movimiento Pro Vida. ¡Que cinismo!

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