Marco Morales

Marco Morales, Director de Water Co. www.water-co.com Ph.D. en ingeniería hidráulica y medio ambiente, MSc. Gestión y Planificación del Agua (UPV, España), especialista en Water Quality Monitoring (JICA, Japón), Gestión económica de recursos naturales y ambiente (UAH, España), Ing. Agr (USAC, Guatemala) Correo: marcomorales@water-co.com | Whatssapp: +502 33258714

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El caso de la captura y liberación de la toma de agua “Presa El Tesoro” del acueducto Xayá-Pixcayá pasará a la historia de la ingeniería del agua, como el mayor escándalo y abuso cometido contra el derecho humano fundamental al agua potable y al saneamiento del país.

Hoy se cumplen 15 días de manifestaciones ininterrumpidas en toda Guatemala, un movimiento ciudadano sin precedentes que exige democracia y el fin de la corrupción.

El 9 de octubre, EMPAGUA alertó que “personas armadas ingresaron y bloquearon el suministro de agua” hacia la planta Lo de Coy. Esta noticia gravísima generó desconfianza en la población desde el primer momento.

El día 11 de octubre, EMPAGUA comunicó que la escasez afectaba las zonas 1, 2, 3, 6, 7, 8, 11, 12, 13, y 19 y algunos barrios de Mixco y Chinautla. 

Hace 13 horas, la Corte de Constitucionalidad ordenó a las fuerzas de seguridad retomar el control de la toma de agua, con este ultimátum: en caso de incumplimiento a la orden “se incurriría en desobediencia… teniendo como efecto la destitución ipso facto del cargo público”. 

Sobre las 7 de la mañana de hoy, el Ejército informó que, en horas de la madrugada, más de 1,200 militares y Policía Nacional Civil ingresaron al embalse Xayá-Pixcayá en Zaragoza, Chimaltenango y que “no se encontró ningún tipo de resistencia, no se encontraron personas civiles en el lugar”. 

Minutos después, el alcalde de la Capital en un tuit confirmó la noticia y dijo: “a los vecinos agradezco su comprensión”. Todas las respuestas al alcalde, van de la burla, el sarcasmo, la denuncia, al enojo:

“¡Excelente, a seguir sin agua como siempre!”. @J_Lorenz9

“¿Es decir que hoy si llega el agua a toda la ciudad?”. @Boris_82

“¿Cómo a qué hora empieza a llegar el agua? Porque acá por mi casa viene cada 7 días y 1 hora máximo” @marlon091987

“¡Me agradece mi comprensión! Llevo años dando mi comprensión” @JasmampA 

¿Cómo explicar la reacción ciudadana frente a la gravedad de estos 8 días de corte violento del agua, en un escenario de máxima tensión en Guatemala?

El 11 de octubre, el medio Factor 4 publicó unas fotografías y señaló que “los acueductos Lo de Coy y Jayá Pixcayá (SIC), están liberados y sin presencia de manifestantes”; EMPAGUA indicó que esto era falso.

El 14 de octubre, autoridades indígenas se desligaron de la toma de la planta de agua y señalaron al Presidente como responsable. 

El Procurador de los Derechos Humanos informó que el 13 de octubre se realizó la primera reunión de diálogo para resolver el conflicto, y que se convocó para el 15 de octubre a todas las partes involucradas pero que “EMPAGUA no se presentó en esta segunda reunión: Ya que por su ausencia se dio por culminada la presente mediación (SIC)”.

La falta de agua en la ciudad lleva varias décadas y no ha habido soluciones de fondo al problema. 

Las obras del acueducto Xayá-Pixcayá iniciaron en 1971, durante la gestión de Manuel Colom Argueta; finalizaron en 1978. Abastecen con más de 100 mil metros cúbicos diarios a la planta Lo de Coy (Mixco) luego de recorrer más de 49 kilómetros de canales, sifones invertidos y túneles (Álvarez etal, 2001; DIGEGR, 2016; EMPAGUA, 2016).

¿Qué otra gran obra hidráulica se ha realizado desde esa fecha? 

Se optó por una solución principal basada en pozos; hace décadas los japoneses plantearon que los pozos deben ser medidas para suministros en emergencia, pero no se siguió su consejo.

En 2020, la Corte de Constitucionalidad ordenó “sin ultimátum de destitución”, a la Municipalidad de Guatemala y a EMPAGUA, garantizar el servicio de agua para vecinos de la zona 21 (solo en Nimajuyú viven más de 20 mil personas).

Ante tanta incertidumbre, es necesaria una investigación profunda de los hechos. La PDH y la CIDH deben tomar nota de lo aquí ocurrido. 

Si el corte del suministro de agua fue mediante acciones deliberadas y como parte de un ataque contra la población, a sabiendas de que ello causaría un sufrimiento humano generalizado, el caso podría ser considerado un crimen de lesa humanidad.

Escribo estas letras rodeado de un clima de amenazas de criminalización contra quienes defienden la verdad y la democracia en Guatemala.

#DrWater

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