Luis Fernandez Molina

luisfer@ufm.edu

Estudios Arquitectura, Universidad de San Carlos. 1971 a 1973. Egresado Universidad Francisco Marroquín, como Licenciado en Ciencias Jurídicas y Sociales (1979). Estudios de Maestría de Derecho Constitucional, Universidad Francisco Marroquín. Bufete Profesional Particular 1980 a la fecha. Magistrado Corte Suprema de Justicia 2004 a 2009, presidente de la Cámara de Amparos. Autor de Manual del Pequeño Contribuyente (1994), y Guía Legal del Empresario (2012) y, entre otros. Columnista del Diario La Hora, de 2001 a la fecha.

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Luis Fernández Molina

1. MINISTRO DE SALUD RENUNCIA. En plena crisis por falta de personal en los servicios de urgencia un bebé murió. La madre era una turista hindú y tras una cesárea de urgencia, cuando el servicio de obstetricia del hospital público estaba cerrado, la criatura no pudo dar sus primeros respiros y murió. Por ese lamentable incidente renunció voluntariamente la encargada de la cartera de Salud. Aclaro que no fue un ministro sino ministra, Marta Temido, y esto acaba de suceder en Portugal.

2. VIENTOS DE DEMOCRACIA. Los bosques tropicales, como los del Amazonas o los que todavía persisten algunos en Petén, son invaluables porque proporcionan el oxígeno, elemento imprescindible para la vida en este planeta. De igual forma los medios de comunicación libres proporcionan el vital oxígeno de las democracias; la libre expresión de pensamiento es la columna principal de todo sistema organizado donde se arropen los derechos individuales, la prosperidad y la armonía social. El programa “A primera hora” de Emisoras Unidas ha venido acompañando el proceso de consolidación de la democracia en Guatemala; de esta incipiente democracia que dio sus primeros pasos en 1985 con la Constitución que surgió como una alborada después de la oscura noche que sufrieron en muchas regiones del país por ese fraternal enfrentamiento que enlutó muchas familias. Luis Felipe Valenzuela ha recibido muchas felicitaciones al igual que el popular don Próspero, igualmente Marielos Fuentes. Por ello estos parabienes no son necesariamente para ellos, son para esa democracia guatemalteca que trata de reforzarse con el aire fresco donde transitan las ideas. Bien por esos micrófonos abiertos en los que tienen cabida todos aquellos que de manera razonable expongan sus ideas, sea cual sea su orientación.

Existen, afortunadamente, otros medios abiertos que mantienen la misma línea de objetividad e imparcialidad; son tribunas al aire. Pero también han crecido otros medios con agendas sesgadas, por ello nuestro respaldo a los medios libres.

3. EMPIEZA LA TEMPORADA DE LOS DISFRACES. Empieza nuevamente la temporada de los disfraces. No me refiero a carnaval alguno ni a las celebraciones de Halloween, aunque, después de todo, es también un verdadero carnaval en que muchos actores adoptan posturas que en condiciones normales les parecerían ridículas. De esa forma veremos a circunspectos candidatos adoptar vestimentas a la usanza indígena; unos que cuelgan un morral en el hombro, otros se ponen sacos típicos o güipiles, algunos se cubren la cabeza con turbantes y sombreros que nunca más usan. Acaso pretenden acercarse, asimilarse, a la población, dar a entender que “son uno de ellos”. ¿Será suficiente una presentación pública con los trajes típicos? No será más bien un acto de condescendencia con ese pueblo “campesino”, humilde, sencillo. Acaso lucen todos los días esos trajes. Pero no, lo hacen para embaucar a toda esta gente pretendiendo que: “soy uno de ellos”. Creo que la población indígena merece más respeto.

4. REPRESENTANTE ANTE LOS FUNERALES. Como nota positiva hay que señalar que el gobierno, según la información de los medios, designó como representante a José Briz Gutiérrez, acreditado como embajador ante el Reino Unido. Qué bueno que no hayan aprovechado las exequias reales para designar extensas delegaciones que solo se “echan el viajecito” a tan trascendental evento.

5. FORMULARIOS MIGRATORIOS. Ignoro quién, de los 4 países centroamericanos, haya aprobado el modelo de formulario que los viajeros deben llenar al entrar o salir del país. Es obvio que se llenan a mano y los espacios para los datos son muy reducidos; el recuadro para los nombres es mayor que el de los apellidos que, por lo general, no se alcanza a poner completo. Sobra decir que en Estados Unidos ya están “paper free”, todo es reconocimiento facial; pero eso es otro tema.

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