Pedro Pablo Marroquín

pmarroquin@lahora.gt

Esposo, papá, abogado y periodista. ¡Si usted siempre ha querido un mejor país, este es su momento de actuar!

post author

Pedro Pablo Marroquín Pérez
pmarroquin@lahora.gt
@ppmp82

No han sido palabras que la fiscal general Consuelo Porras haya expresado.

Es solo la conclusión a la que los guatemaltecos que conocemos las realidades del sistema podemos arribar al ver que el Ministerio Público (MP) no ha sacado un solo caso por hechos de actores del sistema (funcionarios del Ejecutivo, diputados, magistrados, etc.).

Si nos atenemos a sus acciones, el Ministerio de Comunicaciones se convirtió en uno en el que las obras no forman parte de un pacto entre políticos y particulares para hacerse de millones del presupuesto nacional.

Dinero entregado a empresas del círculo de confianza del Jefe de Jefes que luego sirve para lograr los acuerdos en el Congreso, entre muchas otras cosas. Se cambió el modelo porque ya no son los diputados los que tienen la sartén por el mango, pero este modelo de negocios, pensado para engrosar las bolsas de los contratistas sin reparar en el beneficio para la gente, sigue intacto.

A usted puede que no le hagan sentido muchos nombres de la Lista Engel pero a Estados Unidos sí que le hizo sentido incluir a varias personas que han venido siendo clave en la operación del Jefe de Jefes y por tanto con incidencia plena en el gobierno de Alejandro Giammattei.

Ya hemos hablado que lo cerca que pasó esa lista del entorno de Casa Presidencial hizo que el Presidente se fuera a Ucrania y es lo que ahora lo tiene en Naciones Unidas hablando de lo mismo. Giammattei estaba entre la disyuntiva por el negocio de las vacunas con Rusia o “pegarse” a Estados Unidos tratando de evitar sanciones en el 2023. Y ha elegido lo segundo.

Porque saben que el MP aquí está controlando y que no saldrá una sola acusación de nada, pues la fiscal les ha dado el Consuelo necesario y las Porras suficientes para saber que hagan lo que hagan, nada pasará.

Así como Porras ha querido mandar el mensaje que se “acabó” la corrupción en Comunicaciones, por decir un solo ejemplo, también se encargó de dar la sensación que el Sistema de Justicia dejó de tener esos grandes vicios que hace que la nuestra no sea ni pronta, ni cumplida ni independiente.

Los magistrados y jueces, que andan transando lo que sea, tienen la cancha abierta para negociar cómo les guste, con quién les guste y que les paguen como mejor estimen conveniente.

Son solo dos ejemplos de muchos que hay, porque la corrupción está a todo nivel y en todo el sistema. Los ciudadanos honrados de este país saben que ni Comunicaciones se ha “limpiado” ni la justicia se ha “liberado” del sistema paralelo que funciona, pero aún y cuando el silencio sigue siendo la regla común, cada vez más hay gente consciente que ve con preocupación la manera en la que la fiscal le da tanto Consuelo a quienes andan en malos pasos.

Si de verdad queremos atraer inversión, si en serio queremos que el ciudadano local siga invirtiendo para generar oportunidades y cerrar brechas, debemos quitarnos la venda de los ojos y no podemos seguir indiferentes ante las Porras que se le hacen a quienes hacen de las suyas dentro del sistema, además de hablar de los ajustes que necesitamos para buscar sostenibilidad.

La corrupción en el Estado, a juzgar por el MP de Porras, se hace solo por los polis mordelones que acompañan a los ciudadanos al cajero. No me malentienda, esos policías deben enfrentar el peso de la ley, pero la única diferencia entre el agente de uniforme y el funcionario de cuello blanco son las cantidades de dinero que se roban. Los Cajeros solo entregan Q2 mil por día, mientras los otros, pueden llegar a recibir hasta millones.

Artículo anteriorComentarios de los comunes
Artículo siguienteEntendámoslo: la Constitución vale madre