De izquierda a derecha Boris Johnson, Donald Trump, Jair Bolsonaro, Jimmy Morales. Los cuatro perfiles fueron elegidos en parte contra los políticos habituales. Foto La Hora/AP/AFP

El cansancio de mucha gente ante el comportamiento de los políticos tradicionales generó el surgimiento de nuevas figuras que se presentaron como opciones diferentes que servirían para desplazar a esas desprestigiadas personas que poco o nada se ocupaban de los asuntos que más interesaban y preocupaban a los ciudadanos. En muchos casos había corrupción y en otros eran simples prácticas diletantes de personas acomodadas a sus posiciones lo que generaba ese cansancio popular.

Los electores de Estados Unidos con Donald Trump, de Inglaterra con Boris Johnson, Brasil con Jair Bolsonaro y hasta Guatemala con Jimmy Morales, se volcaron por figuras que no tenían ese perfil de políticos tradicionales que hubieran estado dedicado a tal actividad como oficio por muchos años. Surgieron como aire de refresco ante sistemas que parecían demasiado acomodados y los electores los vieron como una solución para tanta frustración generada por la inoperancia de los modelos tradicionales.

Hoy en día se está viendo cómo la marea vuelve a cambiar porque el resultado de los experimentos fue caótico. Trump está pagando un alto precio por su empecinamiento en destruir la democracia con la farsa de que le robaron la elección y cada día que pasa con las audiencias en las que se está dilucidando su papel el 6 de enero de 2021 se evidencia más ese temperamento arbitrario y abusivo que empieza a hacer que muchos de sus seguidores piensen en otras opciones para la elección siguiente, no obstante que a ellos nunca les hizo la menor roncha sino que les gustó su actitud prepotente.

Johnson dimitió luego de escándalos que hicieron mella en su mismo partido y que demostraron su falta de principios y de capacidad para dirigir a un país con larga tradición de respeto a las instituciones. En Brasil el peor enemigo de Bolsonaro figura como el principal candidato para sucederlo y Lula puede regresar a la presidencia pese al ataque sistemático de que fue objeto. Y todo sabemos que Jimmy Morales simplemente se salvó de ser recordado como el peor gobernante porque su sucesor le ha superado (y por mucho) en esa condición.

El cambio de marea en otras latitudes se traduce en una nueva actitud de los políticos y el surgimiento de nuevas opciones más serias, cosa que en nuestro medio no se vislumbra porque, para empezar, si alguien abre la boca será señalado por hacer “campaña anticipada” y porque nuestra ciudadanía no llega a dimensionar el enorme daño que gobiernos corruptos, mentirosos y arbitrarios significan para los pueblos, lo que les deja asfaltado el camino.

Redacción La Hora

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