Jorge Santos

jsantos@udefegua.org

Defensor de derechos humanos, amante de la vida, las esperanzas y las utopías, lo cual me ha llevado a trabajar por otra Guatemala, en organizaciones estudiantiles, campesinas, de víctimas del Conflicto Armado Interno y de protección a defensoras y defensores de derechos humanos. Creo fielmente, al igual que Otto René Castillo, en que hermosa encuentra la vida, quien la construye hermosa.

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Siempre recuerdo con especial cariño uno de los murales que estaba en el antiguo edificio de la Escuela de Ciencia Política y que paradójicamente pertenece a la Facultad de Derecho de la Universidad de San Carlos de Guatemala -USAC-.  En este mural podía leerse uno de los poemas de Otto René Castillo que decía: “Un día, los intelectuales apolíticos de mi país serán interrogados por el hombre sencillo de nuestro pueblo. Se les preguntará sobre lo que hicieron cuando la patria se apagaba lentamente, como una hoguera dulce, pequeña y sola. No serán interrogados sobre sus trajes, ni sobre sus largas siestas después de la merienda, tampoco sobre sus estériles combates con la nada, ni sobre su ontológica manera de llegar a las monedas. (…) Ese día vendrán los hombres sencillos. (…) y preguntarán, «¿Qué hicisteis cuando los pobres sufrían, y se quemaba en ellos, gravemente, la ternura y la vida?» Intelectuales apolíticos de mi dulce país, no podréis responder nada. Os devorará un buitre de silencio las entrañas. Os roerá el alma vuestra propia miseria. Y callaréis, avergonzados de vosotros”.  Este poema fue de las primeras cosas que vinieron a mi mente cuando el Ministerio Público -MP- realizaba la conferencia de prensa para anunciar la captura de profesionales, profesores y estudiantes en el denominado caso “Botin USAC” y la primera imagen que tuve fue la mediocridad de profesionales que hoy estan al mando del MP, frente a figuras de la talla intelectual, académica y profesional de Eduardo (Guayo) Velásquez, entre otros de los capturados.

Para ellos y ellas, las personas del Pacto de Corruptos, la USAC siempre ha sido un botín del cual desean apoderarse o bien destruir. Despues de que el Gobierno de Juan José Arévalo le otorgará la autonomía a la USAC y posibilitará el desarrollo de la única universidad pública en el país, quienes siempre han deseado tener al país en el subdesarrollo, en la pobreza y en el terror para el sostenimiento de sus privielgios, han atacado a la inteligencia y al compromiso de quienes componen la comunidad universitaria. Prácticamente, las mismas élites que hoy componen el Pacto de Corruptos, durante el Conflicto Armado Interno, llevaron a cabo una política de exterminio hacia estudiantes, docentes, académicos y trabajadores de la USAC.  La política de Terror de Estado, impulsado por el ejército, financiado por la oligarquía y respaldado por la élite política llevaron a cabo ejecuciones extrajudiciales, desapariciones forzadas, secuestros, detenciones ilegales, invasiones a su sede, entre otras pretensiones de aniquilamiento a la intelectualidad.

Ahora, el Pacto ha impulsado la toma y cooptación absoluta de la USAC y llevó a cabo un fraude para instalar en rectoría a un actor alejado de los fines y propósitos académicos, pero cercano a las mafias corruptas y del crimen organizado en el país y con ello, instrumentalizar a la única universidad pública, para la defensa de los intereses de quienes componen el Pacto de Corruptos.

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