Juan José Narciso Chúa

juannarciso55@yahoo.com

Guatemalteco. Estudió en el Instituto Nacional Central para Varones, se graduó en la Escuela de Comercio. Obtuvo su licenciatura en la USAC, en la Facultad de Ciencias Económicas, luego obtuvo su Maestría en Administración Pública INAP-USAC y estudió Economía en la University of New Mexico, EEUU. Ha sido consultor para organismos internacionales como el PNUD, BID, Banco Mundial, IICA, The Nature Conservancy. Colaboró en la fundación de FLACSO Guatemala. Ha prestado servicio público como asesor en el Ministerio de Finanzas Públicas, Secretario Ejecutivo de CONAP, Ministro Consejero en la Embajada de Guatemala en México y Viceministro de Energía. Investigador en la DIGI-USAC, la PDH y el IDIES en la URL. Tiene publicaciones para FLACSO, la CIDH, IPNUSAC y CLACSO. Es columnista de opinión y escritor en la sección cultural del Diario La Hora desde 2010

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Nunca en la historia del país, la situación política se había impregnado de tanta incertidumbre, de tanto desasosiego, como la coyuntura actual, una coyuntura que se definió casi desde la primera vuelta electoral y se repuntó en la segunda vuelta, cuando el ganador de las elecciones fue el binomio de Arévalo y Herrera, a partir de estos dos momentos, la vorágine de acontecimientos no se ha detenido, al contrario ha venido incrementándose, lo único que ahora el Pacto de Corruptos ya no es tan granítico como antes, pero no implica que no pueda seguir haciendo daño.

La continuidad democrática que se ha dado hasta la fecha, se encuentra en una fragilidad extrema, cuando un grupo de empresarios, militares, funcionarios, contratistas del Estado, diputados, magistrados y fiscales se han dado a la tarea de quitar del camino a Arévalo y Herrera, pero en su paso destructivo también se pretenden llevar a diputados y militantes del partido Semilla.

Para ello, han fraguado varias arremetidas, algunas se les cayeron en el camino, pero hoy se inventaron lo más rebuscado posible de acusar a los mencionados de sedición y asociación ilícita, así como depredación del patrimonio cultural de la USAC, una fantasía digna de Walt Disney, para lo cual arremetieron contra 31 personas, en unos casos con allanamientos y en otros con órdenes de captura ingratas e injustas contra académicos y estudiantes de la USAC y contra una joven mujer militante de Semilla.

El caso es completamente absurdo, no tiene argumentos de cómo sostenerlo y es imposible creer que un juez en sus cabales haya ordenado orden de captura con tan mal elaborado adefesio legal (aunque de legal no tiene nada, absolutamente nada), pero acá es donde se vinculan fiscales del MP y jueces de la CSJ, justamente un tándem o un equipo que dibuja cómo se van a dar los movimientos para desbancar a un nuevo gobierno electo, puesto que todo lo van a “arropar” de falsa legalidad.

El futuro de la democracia está en juego, pero no es la democracia que hasta ahora conocemos, la potencial asunción de un nuevo régimen con características totalmente distintas a todos los gobernantes que han pasado por el Estado, marca un cambio sustantivo en el desenvolvimiento de nuestra sociedad, lo cual, por supuesto, provoca el malestar, la preocupación y la amenaza de estos grupos coaligados alrededor de intereses, pero sus objetivos son disímiles.

Y la amenaza, la preocupación y el malestar se inscribe también en un absurdo.  Los empresarios que han controlado el Estado y sus instituciones, se ven ante la potencial pérdida de privilegios que les permite mantener las estructuras oligopólicas y monopólicas de sus empresas; los militares pierden su espacio de conocedores de los hilos de la corrupción; los funcionarios y diputados sienten que el dinero fácil ya no llegará, los magistrados de la CSJ y la CC saben que estas instituciones serán sujeto de cambios profundos.

El cambio es la preocupación principal de estos grupos que hoy bajo el control de Miguel Martínez y Giammattei y con el apoyo abierto del MP pretenden obstaculizar lo que apunta a novedoso.  La lucha es desigual para todos los ciudadanos, pero es una lucha con sentido.  No desmayemos.

*Quiero expresar mi más sentido pésame por el fallecimiento de Oscar Alfredo Ponce Peña, un médico de profesión y un Sheca de corazón, mi solidaridad con su familia, una gran pérdida.  Descansá en paz Ponce, hasta siempre Gorra.

También quiero expresar mi solidaridad con Rodolfo Chang, decano de la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia, mi amigo Eduardo Velásquez, economista, Marcela Blanco, excandidata a diputada por Semilla, Alfredo Beber, Javier Alfonso de León Gómez, estudiante de Física, y Martín Macario, sindicalista de la Usac. Su detención es otra infamia del museo del absurdo en Guatemala.

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