Walter Juárez Estrada

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El Sistema penitenciario por años, desde su creación se ha sido una institución corrupta.

Quienes “mandan” de alguna manera, en los 23 centros, son controlados en lo interno, por los presidiarios que con el correr del tiempo, se erigen líderes y los que, de alguna manera mediante soborno a los directores, permiten el ingreso de ilícitos, armas de fuego de alto calibre, electrodomésticos, celulares y otros objetos prohibidos, mediante paga a los que de hecho ejercen el control en los presidios.

En razón del desorden e ingobernabilidad que priva en los presidios, del interior de los presidios se ordenan extorsiones, amenazas de muerte, caso concreto los asesinatos de los directores de Matamoros Edwin Patzán, que fue abatido a inmediaciones de ese centro, cuando salía de descanso. También el 22 julio pasado, fue ultimado Eulalio Arriaza, quien era director de la cárcel Los Jocotes de Zacapa. Como esos hechos en el interior de los presidios han sido ejecutados reos por sus propios compañeros.

El presidente Alejandro Giammattei, conoce de cerca cómo funciona el sistema penitenciario, porque fue director y en su campaña política, como otros ofrecimientos afirmó que, en su gestión, su prioridad entre otras, será hacer una verdadera reorganización en el sistema carcelario. Está por concluir su gestión y no cumplió. Uno de los problemas que también sufre el sistema penitenciario, es la escasez de agentes que sin mayor preparación se les recluta, teniendo un salario bajo y por esa condición son fáciles de sobornar.

El hacinamiento es otro problema irresoluble y la mora judicial, tanto del Organismo Judicial, como del Ministerio Público. En las prisiones guardan prisión más de 30 mil internos. Algunos ya han cumplido su condena, pero por la indolencia e incapacidad del MP. y los jueces permanecen detenidos ilegalmente, lo que ocasiona conflictos internos.

En todos los gobiernos se ha dicho que una de las prioridades es resolver el problema en los presidios, construyendo más centros, pero eso nunca se ha cumplido, por lo que es aconsejable que el gobierno que asuma el 14 de enero, tenga en su agenda una forma que evite el desorden en los presidios y la corrupción de directores y guardias, que el personal sea selectivo con preparación y no por recomendaciones políticas.

Hay un ejemplo claro con la vecina república de El Salvador, que el presidente Bukely, inició una cacería contra los mareros, que los recluyó en una cárcel moderna y las aprehensiones delos antisociales cuscatlecos, los tiene hacinados y con severas medidas de seguridad. Algo hay qué hacer para terminar con la anarquía y la ingobernabilidad que por años ha tenido el sistema penitenciario en Guatemala y no es posible que los guardias del sistema en sus turnos y durmiendo en pocilgas húmedas y con roedores y otros insectos y eso es inhumano y debe corregirse.

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