Jesús Alvizurez

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Jesús Alvizures
chus@tribunadelaverdad.com

Ya ni quejarse es bueno, se están viviendo horas, días nebulosos donde la vieja carreta de la pobreza es arrastrada por aquellos a quienes no ha logrado aniquilar la pobreza y esclavitud económica en las áreas más vulnerables del país, hemos sido esclavos de la tiranía de muchos gobiernos que se han sucedido a lo lago de la historia manchada con sudor y sangre de nuestros hermanos; los cuales encontraron la muerte por buscar un accionar de prosperidad;  para los ciudadanos aquellos que  los políticos amordazan con prebendas, valiéndose de su necesidad. Los fantasmas de la política y corrupción actúan.

Ejemplo palpable de trascendencia historica  el asesinato del Lic. Manuel Colom Argueta, Alberto Fuentes Mor,  Abraham Campari, Carlos René Recinos, Jorge Adalberto Marroquín Mejía, Jorge Carpio Nicole, Jesus Marroquín, Isidoro Zarco y otros personajes que buscaban la paz y el entendimiento entre ciudadanos y comunidades de áreas campesinas. No se entiende porqué los enemigos del progreso manchan  de sangre los sagrados caminos de la patria. Esta patria dolorida y sangrante que busca la paz a través del trabajo, aún habiendo focos de delincuencia común y organizada se ha logrado sobrevivir. Veamos cómo las justificaciones al mal manejo del estado se multiplican; se engañan y creen engañar al pueblo.

Qué triste y lamentable es cuando se pierde el respeto a un mandatario; por su mal proceder de mantener en la miseria al pueblo. Mientras los corruptos del estado engordan y aumentan su cuenta bancaria. Hay carestía generalizada y el gobierno lo ignora. Ruedan millonadas en préstamos, pero a los pobres no llega. Las donaciones desaparecen y este vil gobierno arremete contra países donantes hablando de injerencia extranjera y sostiene que Guatemala es un país democrático. ¿No se sabe qué entiende por democracia?

Esto es el significado de un estado democrático; En sentido estricto, la democracia es una forma de organización del Estado en la cual las decisiones colectivas son adoptadas por el pueblo mediante mecanismos de participación directa o indirecta que confieren legitimidad a sus representantes.

En Guatemala es una falsedad; esto el pueblo en general lo sabe y trasciende más allá de sus fronteras. Toda elección lleva impreso el sello gobiernista, para que éste sea realizado a su manera,  llegan al poder y ya se creen los dueños del territorio y de la voluntad ciudadana hacen y deshacen a su antojo o a conveniencia de otros ramales de la misma corrupción, a donde nos paremos está el andamiaje movedizo que genera impunidad, despenalización de delitos bajo el lema falta de mérito, así es como la cooptada justicia trabaja en el país; aquí se implantan pruebas para hacer acusaciones en contra de juzgadores honestos. Esta modalidad se arrastra desde el gobierno de Álvaro Colom y su cuestionada esposa Sandra Torres, quien estuvo involucrada en casos dolosos que el billete anuló, porque ella era el poder; ahora en la actualidad estaba con arresto domiciliario por financiamiento electoral ilícito de partidos políticos y eso ya no se comenta porque hubo transa. Hay muchos casos de ambición de fortuna y poder.

 

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