Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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“Toda la ciudad había oído hablar del fabuloso traje y estaba deseando comprobar cuán estúpido era su rey.” Hans Christian Andersen

Los últimos acontecimientos vividos dentro del atípico proceso electoral, han desnudado públicamente a los diferentes actores, que se han despojado de más allá que la ropa (Metáfora) para quedar ante la población como lo que son, operadores de la corrupción sistemática que se ha incrustado en nuestra sociedad, hasta hacer palidecer lo sucedido en 1993, y 2015, acá han participado todo tipo de figuras para buscar revertir los resultados de un proceso electoral, en el que pueden gustarnos o no los mismos, pero son lo que son, una manifestación popular.

Quienes se han mostrado impúdicamente, dentro de sus pobrezas han sido en gran mayoría abogados, tanto que se ha introducido el sentimiento popular, que las armas pueden ser cambiadas por las togas, así de mal andamos, es momento de revisar la ética de las diferentes escuelas de derecho, somos tantos abogados al día de hoy, que los güizaches han superado a los académicos, desprestigiándonos, desde las mismas facultades que se han convertido en maquiladoras de “profesionales” que han superado las licenciaturas, hoy contamos con maestros y doctores de dudosa reputación, emitiendo resoluciones a la carta, por medio de las cuales se han beneficiado cualquier tipo de delincuentes, incluyendo los actores de la corrupción de este país, que lucha por salir de la ignominia en la que se encuentra.

Pero si muchos togados han traicionado los principios que juraron defender al graduarse, y que deberían dictar todos los actos de su vida profesional, los politiqueros nuevamente nos han quedado a deber, veamos, quedó demostrado que existieron poquísimos y mínimos errores de forma, en la elección recién pasada, errores que se han cometido en todas las elecciones y en todas las sociedades, pero de ahí a convertirse en los voceros de un supuesto fraude hay diferencias abismales, lo que debemos entender como una verdad incontestable, es que la sociedad se cansó de tanta corrupción, tanta es que no hay institución que este vacunada contra este mal, se demuestra en este momento complejo, con el silencio cómplice de las mismas, dejando a la sociedad sin su acompañamiento para que exija sus derechos.

Otro conglomerado que se mostró sin filtros, y dejó evidente su falta de objetividad (Que la debería de tener) frente a la evidente corrupción, es buena parte de la comunidad religiosa, es ridículo ver a un pastor llorando por los resultados de las elecciones, siendo el voto popular el acto más democrático que existe, más aún, si son públicos los nexos de este mismo personaje con una condenada narcotraficante, poco puede reclamar, la iglesia se debe ocupar de las cosas de otro reino que no es el de la tierra, nuestro estado es laico, si no se sabe que significa laicidad habrá que acudir al diccionario, ya bastante tenemos con que uno de los candidatos sea pastor evangélico, prohibido por la Constitución.

Pero, probablemente quienes más se han evidenciado, son los politiqueros del país, bastante daño le han causado a la democracia, participando en pactos nocivos para la sociedad a quienes se deben, pero lo verdaderamente insólito es que estos mismos, cuestionen judicialmente el resultado de las elecciones acudiendo a las cortes, con el fin de anularlas, pero más inaudito es aún, que la candidata presidencial de uno de ellos, diga que les quieren robar las elecciones, pero no desisten del Amparo, con el que se pretende, porque al momento que escribo el presente, aún no está resuelto en definitiva, revertir un resultado por el que se manifiesta la decisión general, por lo que, si a alguien le quieren robar las elecciones es a nosotros, que fuimos a votar confiando en el sistema en general.

Todos los partidos debieron desistir, de la aberración jurídica que cometieron al plantear el cuestionado Amparo, porque el daño se lo han ocasionado al sistema en general no a otro partido en particular.

Ha sido tan evidente la desnudez de los diferentes actores tratando de anular el resultado electoral, que la comunidad internacional al unísono, se ha mostrado más que preocupada por la situación inédita vivida en el país, inédita porque sumado a todo lo anterior, una sola persona, que se encuentra de facto ocupando un lugar que no le corresponde constitucionalmente, emitió una resolución por medio de la cual ordenó que no se cumpliera con un mandato constitucional, como lo es oficializar los resultados, que son evidentes, pero no oficiales aun.

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