Gladys Monterroso

licgla@yahoo.es

Abogada y Notaria, Magister en Ciencias Económicas, Catedrática de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de San Carlos de Guatemala, Diploma otorgado por la Corte de Constitucionalidad en 2005, como una de las Ocho Abogadas Distinguidas en Guatemala, única vez que se dio ese reconocimiento, conferencista invitada en varias universidades de Estados Unidos. Publicación de 8 ediciones del libro Fundamentos Financieros, y 7 del libro Fundamentos Tributarios. Catedrática durante tres años en la Maestría de Derecho Tributario y Asesora de Tesis en la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala.

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Gladys Monterroso
licgla@yahoo.es

“En ocasiones es preciso que un hombre muera para que viva todo un pueblo, pero nunca que un pueblo muera para que sobreviva un solo hombre.” Salvador Espriu

Del usted papá, usted mamá, al plantéeme sus inquietudes con confianza, no existe más diferencia que la de los años que han transcurrido, porque el fondo del asunto es el mismo, aunque actualmente todo se encuentra disfrazado de democracia, las condiciones son las mismas, lo que la diferencia es lo repito, el tiempo transcurrido.

Cuando Ríos Montt, se paraba frente a los televisores, él era el Estado, porque estábamos viviendo bajo un régimen declarado de facto, sabíamos que los señalamientos contra las arbitrariedades cometidas quedaban dentro del ámbito de lo internacional o de lo privado, porque ¿A dónde planteábamos una queja ante las arbitrariedades que sufrimos? En ese momento no había espacio para la justicia, la persecución no distinguió entre culpables o inocentes, a todos se les juzgaba, sentenciaba y ejecutaba, así de sencillo, Ríos Montt fue omnipresente, creó los tribunales de fuero especial que no eran otros que jueces sin rostro, quienes bajo el anonimato del oscurantismo en el que vivíamos, cegaron la vida de muchos hombres que fueron juzgados y sentenciados a muerte en juicios sumarísimos, los que llegaron a un juicio, porque muchos más incluyendo mujeres, simplemente desparecieron de la faz de la tierra, sin que sus familiares hubieran podido sepultarles.

Han transcurrido más de 38 años de ese episodio oscuro de nuestra historia, y hoy estamos experimentando una dictadura que, en mucho se parece a la de esa época, porque la justicia es todo menos justa, el mismo grupo tiene el control de los tres organismos del Estado, que lo único que conservan son los nombres, porque es sintomático en este tipo de regímenes, que, a los señalados de actos de corrupción, no se les investiga, se les premia con contratos del Estado, viven cual reyezuelos modernos, mientras la población llana, vive literalmente en trapos de cucaracha, negocios cerrando por falta de movimiento, lo que deriva en menos fuentes de trabajo, mientras quienes se atreven a señalar al régimen son acusados y perseguidos por cualquier delito sacado de la manga.

En este contexto más que macondiano, después que se hace público el último (que no único) escándalo gubernamental, por medio de El Faro, en el MP, en lugar de iniciar la investigación para establecer la veracidad  de lo denunciado en dicha publicación, se  amenaza con investigar al periódico y sus fuentes por revelar un testimonio bajo reserva, el problema no es solamente que el medio de comunicación haya publicado la información que dio la vuelta al mundo, el problema estriba en que, no es la primera vez que a los personajes aludidos se les asocia de la forma en que lo hizo el periódico.

Las dictaduras pueden ser de hecho o de derecho, aunque parezca una falacia, las de hecho es del tipo que vivimos con Ríos Montt, quien se hizo con el poder después de un Golpe de Estado, las de Derecho, si así se les puede llamar, es del tipo que vivimos cuando por medio de elecciones llega alguien al poder Ejecutivo, pero mediante prácticas poco ortodoxas se hace del poder total, disfrazando de realidad un Estado de Derecho inexistente, ya que se cooptan las instituciones del Estado colocando alfiles en la mayoría de ellas, quienes van a responder a los requerimientos de la elite obscura, que no es otra que la mano que mece la cuna.

Las Dictaduras tanto de echo como de derecho, tienen características muy específicas, entre las que encuentro las siguientes: a) No existe separación de poderes: La separación de poderes es suprimida o disfrazada durante este tipo de regímenes, en las dictaduras de hecho son eliminadas en las de derecho, teóricamente existen, pero en la práctica no, b) Se concentra el poder en una elite, regularmente compuesta por personajes de reconocida falta de honorabilidad, acercándose al crimen organizado, c) Inexistencia del Estado de Derecho, porque no se respeta ni se acepta en ninguna dictadura el acatamiento a las normas en general, d) Se crea un régimen arbitrario, en el que las decisiones no se discuten, se imponen.

¿Cómo se puede explicar que, mientras funcionarios y exfuncionarios señalados de graves actos de corrupción, se encuentran gozando de las mieles del dinero, no siempre bien habido, quienes les han perseguido son acusados y apresados?

¿Cómo se puede explicar que, quienes han perseguido al crimen en cualquiera de sus manifestaciones, tengan que autoexiliarse?

La respuesta es: En las dictaduras los antivalores sustituyen a los valores, por lo que se ven muertos acarrear cadáveres.

Históricamente, hemos vivido en varias etapas bajo regímenes dictatoriales, de hecho, o de derecho, si de alguna forma se les puede llamar.

Me revelo a que esta siga siendo nuestra historia.

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