Factor Méndez

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Defensor Derechos Humanos. Catedrático. Periodista/Escritor. Estudió Derecho, Derechos Humanos y Trabajo Social en Guatemala, Honduras y Costa Rica. Catedrático San Carlos y Rafael Landívar. Fundador Centro de Investigación, Estudios y Promoción de Derechos Humanos CIEPRODH. Autor de ensayos y artículos sobre temas sociales, políticos, memoria histórica y Derechos Humanos.

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Factor Méndez Doninelli

“Nuestra participación no es un reclamo de perfiles heroicos, sino una hoja de servicios en el cumplimiento de un deber.”
Manuel Galich.

“En marzo y abril del 2022 se cumplen 60 años de las movilizaciones estudiantiles y populares que se llevaron a cabo en la ciudad de Guatemala y otras poblaciones del país, conocidas en la historia de las luchas populares como las Jornadas Patrióticas de marzo y abril de 1962. En esos dos meses llegó a su punto culminante un proceso de recuperación de las fuerzas políticas y movimientos sociales que ocho años antes, en 1954, con el derrocamiento del régimen revolucionario presidido por el coronel Jacobo Árbenz Guzmán, fueron destruidas, sus dirigentes encarcelados, desterrados o ejecutados.

Diez años de primavera democrática (1944-1954) no pasaron en balde y, pese a la implacable persecución de que fueron objeto las fuerzas democráticas y expresiones del movimiento social, estas se reconstruyeron e impulsaron luchas por sus demandas inmediatas y la democracia.

El sindicalismo vio resurgir sus organizaciones encabezadas por la Federación Autónoma Sindical de Guatemala FASGUA, Sindicato de Acción y Mejoramiento Ferrocarrilero SAMF, Frente Unido del Magisterio Nacional FUMN, Sindicato de Trabajadores del Instituto Guatemalteco de Seguridad Social STIGSS. Del lado estudiantil, la Asociación de Estudiantes Universitarios AEU, continuó la lucha por el respeto a las libertades democráticas y regó con su sangre las calles de ciudad Guatemala, como la matanza de universitarios el 25 junio 1956 durante el régimen del coronel Carlos Castillo Armas. Los estudiantes del nivel medio, fundaron el Frente Unido del Estudiantado Guatemalteco Organizado FUEGO, cuyas siglas han pasado a la posteridad como símbolo de lucha estudiantil y juvenil.

La juventud militar no quedó a la zaga de este movimiento de reconstrucción del tejido social, de las luchas populares y democráticas; ante la corrupción de las cúpulas militares y el caos gubernamental se levantó en armas el 13 de noviembre de 1960, fecha que es un punto de inflexión en el devenir patriótico nacional.

Con esos antecedentes, a partir del primero de marzo de 1962 los estudiantes universitarios y de secundaria retomaron el descontento nacional por el fraude electoral realizado por el Gobierno del general Miguel Ydígoras Fuentes e iniciaron acciones y movilizaciones contra ese régimen. Después de colocar una corona fúnebre frente al Congreso, convocaron a paros nacionales el 9 y 13 de marzo en los que los jóvenes universitarios y de secundaria se enfrentaron a las fuerzas de seguridad del Estado en combates desiguales, pero con valor y gallardía que muchas veces hicieron retroceder a las fuerzas policiales y militares.

La generación de marzo y abril de 1962 fue la primera que acudió al llamado de la rebelión, que ya campeaba en todo el continente. El inicio de la lucha armada en Guatemala no puede comprenderse a cabalidad sin una explicación de ese primer baño revolucionario que fue para los jóvenes guatemaltecos, participar en las Jornadas Patrióticas de marzo y abril 1962.

Hoy rendimos homenaje a las juventudes de Guatemala. Las juventudes de todos los tiempos que siguen siendo ejemplo para quienes rechazan los sistemas de privilegios e injusticias promovidos por las elites que excluyen a la mayoría de la población del bienestar y una vida digna. En cada una de estas luchas se fortalece la conciencia que tenemos de la necesidad de transformaciones estructurales sociales, económicas y políticas en el empeño de alcanzar un país incluyente.”

(*) Suscrito por Asociación marzo y abril y Asociación de Estudiantes Universitarios AEU “Oliverio Castañeda de León.” Por falta de espacio no fue posible transcribir texto completo.

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