Fernando Mollinedo

mocajofer@gmail.com

Guatemalteco, Maestro de educación primaria, Profesor de segunda enseñanza, Periodista miembro de la Asociación de Periodistas de Guatemala, realizó estudios de leyes en la Universidad de San Carlos de Guatemala y de Historia en la Universidad Francisco Marroquín; columnista de Diario La Hora durante 26 años, aborda en sus temas aspectos históricos, educativos y de seguridad ciudadana. Su trabajo se distingue por manejar la palabra sencilla y coloquial, dando al lector la oportunidad de comprender de modo sencillo el universo que nos rodea. Analiza los difíciles problemas del país, con un criterio otorgado por su larga trayectoria.

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Inicio este artículo indicando que, en cualquier sistema educativo, el trabajo de supervisar es necesario, desde la auto supervisión del docente, la del supervisor mismo, la de funcionarios de jerarquía mayor hasta la que ejerce un ministro de educación con el fin específico del mejoramiento de la enseñanza.  Lamentablemente en el sistema educativo guatemalteco, el trabajo de supervisión se ha estancado en la labor de inspección tendiente siempre a descubrir errores y fallas de los docentes y directores de los centros educativos, con el propósito de formular cargos sancionatorios.

El objetivo principal de la actividad de supervisión educativa es obtener en los procesos de enseñanza-aprendizaje  el mayor grado de eficacia de acuerdo con los objetivos trazados y los medios disponibles.  Con base en lo anterior es comprensible que, la labor del supervisor es una labor complicada que abarca diversos niveles de aplicación y debe considerarse como una actividad constructiva

Con anterioridad al actual equipo de trabajo en el Mineduc, la dirección autocrática en el sistema educativo ignoró el valor del maestro, estudiantes y padres de familia al grado de haber sufrido muchas veces el fenómeno de la militarización e invisibilizaciòn por desconocimiento de la legislación educativa, Historia de la educación en Guatemala y el poco o nulo interés político de los gobernantes de turno. Lo ideal en el trabajo de supervisor sería que al igual de cualquier médico a través de la observación de los síntomas anormales en el proceso enseñanza-aprendizaje estuviera capacitado para recetar los remedios pedagógicos.

Los supervisores deben tener la capacidad pedagógica para analizar los diversos factores que influyen en la enseñanza con el fin de descubrir aciertos y fallas.  ¿Existen en Guatemala supervisores educativos que tengan las características y requisitos imprescindibles como la responsabilidad, cualidades, calidades y conocimientos de lo que significa ejercer el trabajo de Supervisión Educativa?

Entre los planes a realizar por el nuevo equipo de autoridades del Mineduc, esperamos que se dé atención urgente al sistema de supervisión y de esa forma evitar el desprestigio que tiene esa actividad desde hace muchos años, porque ha sido utilizada (no todos por supuesto) para otros fines como la petición extorsiva a directores y propietarios de planteles educativos privados para “donar” cada seis meses artículos de oficina para uso administrativo de la supervisión, una cuota en dinero para combustible, la invitación obligada a “refaccionar” a cambio de omitir algunos requisitos administrativos inconclusos o pendientes de realizar.

La supervisión correctiva es de carácter autoritaria, sólo trata de localizar supuestos defectos o errores para reportarlos a la superioridad con el objeto de castigarlos con sanciones administrativas acentuando el “poder” del que está investido; el supervisor que actúan en esa forma, supone que todos los individuos son iguales en el proceso educativo y que las situaciones son semejantes siempre.

La supervisión preventiva consiste en la prevención de los posibles problemas con base a la observación propia o bien por alguna referencia específica de los maestros y profesores.  La supervisión Constructiva trata de aplicar condiciones reales en que ocurre algún acto a supervisar, los objetivos de la educación y la filosofía educativa del plantel escolar.  ¿Llegará el día en que el Ministerio de Educación tenga un cuerpo de supervisores capaces e idóneos para dicha labor tan importante?  Esperemos que así sea.

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