Emilio Matta

emiliomattasaravia@gmail.com

Esposo y padre. Licenciado en Administración de Empresas de la Universidad Francisco Marroquín, MBA de la Universidad Adolfo Ibáñez de Chile, Certificado en Métodos de Pronósticos por Florida International University. 24 años de trayectoria profesional en las áreas de Operaciones, Logística y Finanzas en empresas industriales, comerciales y de servicios, empresario y columnista en La Hora.

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Emilio Matta Saravia
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Con una falsa sonrisa en los labios y visiblemente incómodo, el viernes pasado en cadena nacional, el presidente Giammattei, hizo un intento de impresionar a la población tergiversando cifras macroeconómicas y jactándose de la llegada de más de dos millones de dosis de vacunas al país en los últimos días, con el fin de minimizar la escalada de casos de COVID-19 y muertes por dicha enfermedad en Guatemala.

De la lentitud en el proceso de vacunación a causa de la falta de vacunas (las que supuestamente ya se pagaron a Rusia) y el desorden en los centros de vacunación, de las vacunas rusas y el contrato lesivo para los intereses nacionales con la entidad Human Vaccine LLC y de la moratoria en la promulgación de la ley de exención de responsabilidad para que se pudiera recibir antes la donación de los Estados Unidos, de todo eso no dijo ABSOLUTAMENTE NADA.

Menos de 72 horas después, en una actividad en Petén, pudimos observar al verdadero Giammattei, quien, en uno de sus usuales arranques de ira, declaró a los periodistas que pondría un Estado de Excepción en todo el país para prohibir las “manifestaciones ilegales”, ya que estas “alborotan” el virus. Aunque el decreto gubernativo permite las manifestaciones (se entiende en el mismo que hay que solicitar autorización previamente), también permite disolverlas por la fuerza, a discreción del funcionario, con lo que el gobernante nos deja clara su vocación dictatorial.

Volviendo al mensaje del pasado viernes, el mandatario indicó que la economía creció en un 4.8% en el primer trimestre del año y que la inflación ha disminuido por debajo del 4%. Si bien es cierto que el crecimiento del PIB (Producto Interno Bruto) en el primer trimestre del año fue de 4.8%, el impacto que las remesas tuvieron en el mismo, puede estimarse en un 70%, aunque el Presidente se empeñe en decir lo contrario. Con lo anterior no digo que los empresarios no aportan nada al país, al contrario, pero sí insisto en que el crecimiento en las remesas incrementa el consumo interno, con lo cual se incrementa la producción nacional de bienes (principalmente), lo que genera el crecimiento económico. El impacto de las remesas en dicha cadena llega a un 70%. En cuanto a la inflación, lo que disminuyó en junio por debajo del 4% (3.91% para ser exactos) fue el ritmo inflacionario (variación interanual del índice de precios), el cual se había mantenido por encima del 5% durante todo el 2021 y únicamente en junio ha tenido una leve desaceleración.

También se jactó de que en las últimas semanas ingresaron a Guatemala más de 2 millones de dosis de vacunas. Lo que omitió en su mensaje, es que casi el 80% de las mismas fueron donadas por los Estados Unidos, no por gestiones diplomáticas ante el gobierno de dicha nación, sino porque las mismas forman parte de una donación de 55 millones de dosis a América Latina, África y Asia por parte de la administración de Biden.

De las vacunas rusas que aún no vienen, ya que hasta ayer han ingresado al país únicamente 550 mil dosis de Sputnik V, es decir, únicamente un 6.9% de lo pagado, no dijo nada. Y para que la población no salga a manifestar por ese injustificable negocio, hediondo a corrupción, el aprendiz de dictador decreta Estado de Excepción.

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