Edith González

hedithgonzalezm@gmail.com

Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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«Todas las secuelas de este conflicto siguen en nuestras vidas»,

Juana Baca

Jorge Antonio Ortega Gaitán, más conocido entre sus compañeros del ejército como el Coronel Ortega y entre sus amigos como Goja, nos vuelve a deleitar con su narrativa. Ahora con un texto, corto, impreso a un cuarto de hoja tamaño oficio, un cuento.

Es una mezcla entre sus últimas publicaciones, como “La Reina de los calzones rotos” publicada en 2013 y sus libros históricos tal cual “Nuestras Guerras” publicado en 2016.

Desde el principio nos atrapa la narrativa, breve pero muy rica en su relato y los datos de hechos reales de la historia de nuestro país. Cómo que el padre salía de casa, en donde había parido la madre del pequeño, ayudada por una comadrona, con un nombre en los oídos, pero al llegar al Registro, de sus labios salía el nombre que él como hombre de la casa decidía ponerle.

Y nos va narrando en hechos históricos los inicios del enfrentamiento armado, sin llamarle como tal, pero quienes conocen la historia de su país o la vivieron pueden fácilmente identificar a qué se refiere a cada paso de la narración.

Y de las que aún quedan algunas, hace referencia a las casas antiguas con “zaguán”, donde se colgaba la hamaca. Sin olvidar mencionar los dichos de las abuelas, ya casi olvidados como: a pie firme. O pedirle permiso a un pie para mover el otro.

Ortega nos lleva por la ruta del recluta, dejándonos conocer los hábitos de los militares, como mencionar las mil quinientas o las dos mil cien horas.

Además del ritual de la arreada de la bandera en el cuartel. Acto de honor que en el siglo pasado se realizaba en dependencias públicas y centros educativos, como una forma de enseñar el respeto a la patria.

Y que ahora escuchamos decir: eso es de los militares, no tenemos porqué nosotros hacerlo. Y yo al escucharlo me he preguntado si esa forma de pensar fue la que dio paso a ese enfrentamiento armado.

 El título surge del encuentro de un texto escrito en la montaña en sus años de militar, para ser enviado a participar en un concurso. Y que por ser cuento no deja de plasmar la realidad de esos terribles años del enfrentamiento armado entre unos y otros guatemaltecos e incluso entre hermanos y que dejó enlutadas para siempre a miles de familias.

El texto, que permaneció olvidado en el fondo de una maleta junto a otros documentos y objetos de la época, fue recientemente encontrado por su creador y ajustado para ser publicado en un lenguaje más cercano a esta época, nos devela a cada paso el encuentro con la muerte vivido por todos los combatientes de uno y otro lado.

Y que además de ser de lectura suave y atrapante, debe hacernos reflexionar sobre la historia de nuestro país plagada de muerte, angustia, dolor y ansias de poder. Sino sólo falta echar una ojeada a las noticias más recientes que ahora se mezclan con los tiktok en las redes sociales. Que vuelven a enfrentarnos entre los que estamos contentos con este sistema corrupto porque nos conviene y los que deseamos un cambio.

Como dicen el que no conoce su historia está tentado a repetirla, de mi parte recomiendo su lectura.

A LA MEMORIA DE TODOS LOS GUATEMALTECOS QUE DEJARON SU SANGRE Y SUS ILUSIONES POR UNA PATRIA MEJOR: MILITARES Y CIVILES.

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