Edith González

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Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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Edith González

«Las circunstancias en que las personas nacen, crecen, trabajan, viven y envejecen, incluido el conjunto más amplio de fuerzas y sistemas que influyen sobre las condiciones de la vida cotidiana».
OMS

Acá por supuesto tienen mucho que ver las políticas, los sistemas económicos, las normas y políticas sociales, que pueden marcar una diferencia enorme en las condiciones de vida y en los resultados en materia de salud.

Cuando es inevitable que algunas de estas condiciones sean diferentes, se consideran desigualdades. Pero si estas diferencias pueden ser innecesarias y evitables, se consideran inequidades.

Entonces a menos de dos meses para elegir a las nuevas autoridades que marcarán el rumbo del país por los siguientes cuatro años, no necesitamos caras bonitas con botox, fotoshop o cirugías; necesitamos propuestas políticas, con acciones reales y metas apropiadas para aumentar la equidad.

La pobreza en nuestro país no se reduce con aumentos salariales, que sólo encarecen más los productos y brindan menos posibilidades adquisitivas, la reducción de la pobreza se ha detenido y la pobreza repercute directamente sobre el acceso a la vivienda digna, los servicios, la educación, el transporte y otros factores vitales para la salud y el bienestar generales. De hecho, la pobreza es posiblemente el determinante individual más importante de la salud.

Es importante visibilizar las diferencias en función de género. Al mismo tiempo, las mujeres que reconozcan la función de género como un fuerte determinante estructural de la salud. Las mujeres tienen costos de salud mayores debido a su condición de género y mayor necesidad de utilización de los servicios de atención de salud, así como un mayor riesgo de ser pobres, desempleadas o estar contratadas en trabajos que no ofrecen prestaciones de atención de salud.

Sobre la base de la equidad, es necesario reconocer las causas complejas y a menudo duraderas de la mala salud y la inequidad en materia de salud mediante la investigación desde las ciencias sociales y la epidemiología y trabajar en ello.

La pandemia cada día se pierde más, como una enfermedad que quedará endémica y nos obligará a mantener la vacunación anual, según dicen expertos tal como ocurre con la influenza. Entonces necesitamos gobernantes con un compromiso político con los guatemaltecos para trabajar en el fortalecimiento de los sistemas de salud.

La Organización Mundial de la salud propone “promover la salud y el bienestar, haciendo hincapié en grupos en situaciones de pobreza y vulnerabilidad, como requisitos esenciales para avanzar hacia el acceso universal a la salud y la cobertura universal de salud”.

Hay una clara necesidad de seguir realizando esfuerzos para superar la exclusión, la inequidad y los obstáculos para el acceso y la utilización oportuna de los servicios de salud integrales.

Necesitamos sanarnos física, mental, espiritual, social, económicamente para poder dar nuestro mayor potencial, para nosotros, nuestra familia y nuestro país. Por eso necesitamos gobernantes sanos en todos los aspectos, preparados y decididos a trabajar en el cumplimiento de lo que el puesto a ocupar exige, finalmente no es de gratis. Al ser electos, depositarios de la confianza de los electores recibirán un salario que deben honrar con su compromiso de trabajar por su país para los habitantes del mismo evitando desigualdades e inequidades.

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