Edith González

hedithgonzalezm@gmail.com

Nací a mediados del siglo XX en la capital, me gradué de maestra y licenciada en educación. He trabajado en la docencia y como promotora cultural, por influencia de mi esposo me gradué de periodista. Escribo desde los años ¨90 temas de la vida diaria. Tengo 2 hijos, me gusta conocer, el pepián, la marimba, y las tradiciones de mi país.

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“La trata de personas con fines de explotación sexual es un drama humano y social, una violación a los derechos humanos y un delito. Es una práctica ilegal que afecta especialmente a las niñas, niños y adolescentes, robándoles su inocencia y dignidad. Constituye un crimen inaceptable que conculca derechos fundamentales, mientras los victimarios se benefician, lucran, torturan y truncan vidas a costa del sufrimiento de otros más vulnerables. La trata de personas es una forma de esclavitud moderna que debe llamar a toda la sociedad y, especialmente, a las autoridades, a rechazarla y erradicarla contundentemente”.   UNICEF

En nuestro país  este delito se desarrolla de múltiples maneras y en la impunidad. Las noticias sobre niños que son enviados a familiares en el extranjero y nunca llegan porque  en el camino son utilizados para desarrollar trabajos o son explotados sexualmente  son frecuentes en los medios de comunicación.
Esta semana, en el marco del Día Mundial Contra la Trata de Personas,  continuando con su preparación, elementos del Ejército de Guatemala participaron de una charla  brindada por la Procuraduría de Derechos Humanos. Uniéndose a la idea de no celebrar sino evaluar lo que en materia se ha actuado a la fecha.

Durante la misma se habló sobre el protocolo de Palermo al cual se adhirió Guatemala en 2005 y busca proteger a las víctimas de este terrible delito. Que puede ser explotación sexual como   prostitución ajena, pornografía, turismo sexual; explotación laboral, no  pago o pago ínfimo por el trabajo, no  aportar prestaciones y obligar a largas jornadas de labores.

Pero también encontramos los casamientos obligados, los embarazos forzados, vientres de alquiler y adopciones irregulares. O la venta de personas y la extracción de órganos y tejidos humanos.  La mendicidad obligada, el trabajo doméstico no remunerado, la servidumbre por deudas y otras más que al final forman una larga lista de violaciones a la dignidad de la  persona cuando se le obliga o  fuerza, porque no se le dan alternativas, o se le engaña.  Especialmente si son menores de edad, pues no tienen capacidad legal de dar consentimiento.

El licenciado Ernesto Díaz  ponente  indicó  que es necesario  denunciar, perseguir y castigar a todos los violadores de derechos  humanos independientemente de a qué organización pertenezcan y comentó que se  persigue a las personas pero es necesario actuar contra las estructuras  de corruptores de menores que cometen delitos.

Expresó que es a través de la educación, la igualdad de derechos y el afecto en el hogar que las personas  pueden aprender a protegerse.

Para finalizar indicó  el licenciado Díaz que es responsabilidad del Estado de Guatemala, y de los guatemaltecos reconocer, respetar, garantizar y proteger los derechos humanos para lograr una vida en armonía. Añadiendo que  una forma de colaborar para combatir y   erradicar  la trata y explotación de personas es denunciando  cuando se conozca de alguna situación que involucre el delito. Lo que se puede hacer  a: PDH teléfonos 24241717 extensión 1822 o 1555;      PGN 1546,      MP 1572

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