FOTO LA HORA /El presidente Jimmy Morales le entregará el mando a Alejandro Giammattei, bajo una serie de retos, aseguró el catedrático universitario David Martínez-Amador.

Por Redacción La Hora
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A días de que el presidente Jimmy Morales entregue el mando, el catedrático universitario y consultor especialista en temas de seguridad y gobernabilidad política, David Martínez-Amador, cree que el mandatario electo, Alejandro Giammattei, recibirá una institucionalidad no solamente débil, sino desprovista de los estándares mínimos de transparencia y confiabilidad, con retos en el tema de seguridad y de restablecer los avances en la PNC, que le eviten caer en los vicios del pasado.

Martínez-Amador, señala que Morales se caracterizó por ser un presidente más bien ausente y prueba de ello, señala que los resultados rescatables de su gestión se pueden atribuir a las nominaciones avaladas por la Embajada de EE. UU., y la extinta Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).

“El presidente electo recibe un entramado institucional que se acostumbró a operar en piloto automático bajo criterios técnicos muy limitados y sin los montos requeridos. Hacer funcionar el performance institucional trasciende simplemente la idea de un estilo gestión autoritario y fuerte”, anotó.

ES NECESARIO QUE SE LOGRE REPARAR ASPEREZAS

Asimismo, cree que, como consecuencia de las acciones impulsadas por Morales, la relación de Guatemala con EE. UU., seguirá siendo determinante y enfatizó que es necesario que se logre reparar asperezas dejadas por la actual administración, “se puede ser soberano sin hacer trizas las reglas del Derecho Internacional”.

En cuanto al tema migratorio, el catedrático dice que Guatemala ahora tendrá que decidir si ratifica o no el acuerdo de Tercer País Seguro firmado con la administración del presidente Donald Trump, sin embargo, cree que la decisión en última instancia necesitará de un análisis complejo.

“Guatemala puede eventualmente recibir todos los migrantes centroamericanos posibles, y puede fingir otorgarles asilo bajo condiciones deplorables de vida. Pero el tema relacionado a combatir frontalmente el crimen organizado no se puede dejar de reconocer que la administración del presidente Morales la hizo totalmente de lado”, refirió.

LA ADMINISTRACIÓN ACTUAL DESTRUYÓ AVANCES DE REFORMA POLICIAL

Además, el entrevistado aseguró que la administración saliente destruyó en pocos meses los pocos avances que se habían tenido en diez años de la reforma policial y que solo terminó por desbaratar a la Policía Nacional Civil y la hizo retornar a los vicios del pasado.

En ese sentido, agregó que se continuó con una política tradicional de consolidar transferencias millonarias al presupuesto al Ejército, dejando a la PNC, con profundas limitaciones de recursos y por ello considera que la nueva administración, debe comprender que sin una policía profesionalizada y técnica poco se puede hacer.

Así que tampoco cree que la solución al combate al crimen organizado, se trate solo de desplegar al Ejército a la calle, por una concepción equivocada.

“Se necesita empoderar a la sección de investigación criminal si de verdad se quiere atender el grave problema de las extorsiones. Ya que el punto se toca, el presidente Giammattei puede anotarse un primer gol inmediatamente en su gestión logrando aislar el uso de los celulares en las cárceles y con eso, desbaratar más del 70 por ciento de las extorsiones”, apuntó.

SE DEBEN EVITAR LAS DECISIONES MEDIÁTICAS

Para Martínez-Amador, en el tema de seguridad Giammattei y su equipo deben evitar gobernar al estilo de decisiones mediáticas, que al final no tienen ningún sustento operativo, cómo funciona el Gobierno de El Salvador con Nayib Bukele, dado que desplegar soldados a la vía pública no es que sirva de mucho.
“La administración Morales tuvo muy cómodos a los grupos de narcotraficantes y el dilema del presidente Giammattei sería, mantener esa ´paz mafiosa´ o utilizar los mecanismos del Estado para combatir este flagelo”, apuntó.

En ese sentido, afirmó que el mayor reto que tiene el nuevo Gobierno, es no caer en los vicios del pasado, entre los que se puede mencionar el despliegue de fuerzas militares, recurrir a las ejecuciones extrajudiciales para enfrentar a las pandillas, así como dejar de lado el empoderamiento de las instituciones civiles de seguridad.

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