Por Denis Aguilar
daguilar@lahora.com.gt

Miembros del Comité de Unidad Campesina (CUC), familiares y amigos de las 37 víctimas que murieron en la quema de la Embajada de España en 1980 conmemoraron un aniversario más de esa masacre. En este acto rechazaron las intenciones del Congreso en reformar la Ley de Reconciliación Nacional.

Con una ceremonia maya, cada una de las víctimas del suceso ocurrido hace 39 años fue recordada por familiares, amigos y organizaciones que se hicieron presentes en el lugar donde estuvo ubicada la antigua sede de la Embajada de España.

En la actividad estuvo presente la Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, cuyo padre, Vicente Menchú, murió en ese suceso.

El 31 de enero de 1980, un grupo de campesinos provenientes de Quiché, entre ellos varios miembros del CUC, viajaron a la capital para denunciar la represión que sufrían en sus comunidades. Para llamar la atención nacional e internacional decidieron ocupar la sede de la Embajada de España, junto a estudiantes. Según el informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico (CEH), agentes del Estado fueron los responsables de la masacre y las más altas autoridades de la época son responsables intelectuales de esa gravísima violación a los derechos humanos.

DICEN NO A LAS REFORMAS

Durante el acto de conmemoración, las organizaciones rechazaron las reformas a la Ley de Reconciliación Nacional que se conoce en el Congreso, señalando que estas representan una clara violación al derecho de las víctimas a alcanzar la verdad y la justicia, poniendo en riesgo la integridad de estas, fiscales, jueces y testigos de los casos de delitos de lesa humanidad.

Además, mencionaron que los delitos como la desaparición forzada, tortura y genocidio, no son objeto de amnistía, agregando que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha ordenado al Estado de Guatemala abstenerse de aprobar amnistías por ese tipo de delitos.

Cien organizaciones firmaron un comunicado en el que indican que la aprobación de estas reformas sería una violación al artículo 46 de la Constitución Política de la República, el cual da preeminencia de los tratados y convenciones de derechos humanos sobre el derecho interno.

La Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, aseguró que siempre habrá grupos que se beneficien de este tipo de crímenes, burlando la ley, de cuestionar las normas para que estas se moldeen a su favor, señalando a los pactos de corrupción.

“Nosotros los ciudadanos no nos podemos dignificar solamente quedándonos mirando, tenemos que actuar y eso es lo que estamos haciendo conjuntamente más de cien organizaciones, entre campesinos y sociedad civil”, dijo Menchú.

Menchú aseguró que la aprobación de estas reformas significaría el rompimiento del derecho nacional e internacional, agregando que esto sería parte de los “nuevos fundamentos de la impunidad”.

“Aquí en Guatemala hay suficiente conocimiento del derecho para no retroceder al antojo de algunos porque están enjuiciados o porque se les encontró corrupción”, expresó.

La Fundación Rigoberta Menchú y el Comité de Unidad Campesina (CUC) coincidieron en que la aprobación de estas reformas sería una señal de impunidad, debido a que los procesos penales contra militares y exfuncionarios por crímenes contra la humanidad se verían detenidos, mientras que las sentencias ya alcanzadas serían anuladas.

Artículo anteriorSindicato de Joviel sale de nuevo a las calles
Artículo siguienteFinanciamiento Lider: MP apela falta de mérito