POR JOSÉ PABLO DEL ÁGUILA
jaguila@lahora.com.gt

La exvicepresidenta Roxana Baldetti se mostró con humor luego de salir del Juzgado de Mayor Riesgo “B”, donde logró, por medio de una recusación contra el juez Miguel Ángel Gálvez, detener el trámite del Caso “La Línea”, el cual se reveló desde abril del 2015, pero aún no llega a la etapa de juicio.

Baldetti presentó una recusación esta mañana con la cual busca que el juez Gálvez sea separado del proceso penal argumentando que tiene una “enemistad” con él. Gálvez fue enfático al decir que no es ni enemigo ni amigo de la exvicepresidenta y rechazó el recurso legal.

No obstante, la recusación fue trasladada a una Sala de Apelaciones con “efectos suspensivos”. Esto quiere decir que mientras la sala no resuelva el planteamiento de Baldetti, el Caso La línea permanecerá detenido.

Al finalizar la audiencia, Baldetti se dirigió con ironía a periodistas para sugerirles que elaboraran una nota periodística sobre mejoras a las condiciones laborales de jueces y magistrados.

Previo a esto, durante la audiencia, Gálvez mostró su preocupación por los múltiples retrasos del proceso e hizo referencia a un intentó que emprendió el expresidente Otto Pérez Molina, también sindicado en el Caso La Línea, en julio de 2017 para que se nombrara a otro juez.

“Desde el 17 de julio del 2017 lo que se pretendía con presentar la cuestión por competencia por declinatoria era suspender la etapa intermedia”, dijo Gálvez durante la audiencia.

Gálvez también hizo ver a Baldetti que la Sala de Apelaciones podría demorarse en resolver esta nueva recusación hasta 9 meses, por lo que durante este período no habrá avances en el proceso penal.

“¿Será justicia a los 5 o 6 años de estar detenidas las personas?”, cuestionó Gálvez.

RECHAZA SEÑALAMIENTOS

Al momento de plantear la recusación, Baldetti señaló al juez de recibir presiones de la prensa y de organizaciones internacionales. “Yo entiendo sus presiones señor juez… Mire cuántos medios tiene acá, no sé si usted los mandó a llamar o ellos vinieron. Usted no puede seguir conociendo de mi caso”, dijo.

No obstante, el juez negó estos señalamientos.

“En ningún momento he sentido presiones. Con la prensa no he tenido mayor comunicación, ellos son quienes han estado pendientes de algunas audiencias, no solo de este proceso (…) A ellos (a los medios de comunicación) les consta que nunca les he llamado por una audiencia específica (…) El proceso no es un proceso político, es un proceso investigado por el Ministerio Público”, dijo Gálvez.

REITERA CRÍTICAS

El juez Gálvez reiteró sus críticas al Ministerio Público, específicamente a la Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI), debido a que no ha designado a uno o a dos fiscales para que conozcan el caso. Según Gálvez, al proceso se han apersonado hasta cuatro agentes fiscales y, en algunas ocasiones, él se ha visto en la necesidad de explicarles qué es lo que ha sucedido en audiencias anteriores.

“No ha llevado secuencia el MP en todas las audiencias que hemos tenido y en mi calidad de juez contralor de la investigación es que le indicó al MP que nombre unas o dos personas, pero que sean constantes en estar en las audiencias correspondientes”, manifestó el togado.

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