Los médicos Eduardo Gharzouzi y Joaquín Barnoya, quienes laboraban en el Programa de Maestrías de Cirugía Oncológica, Ginecología Oncológica y Radioterapia en el Instituto de Cancerología y Hospital Dr. Bernardo del Valle (Incan) renunciaron a partir del 1 de junio, por tres motivos: mala gestión de la Junta Directiva (JD) de la Liga Nacional contra el Cáncer (que administra el Incan); por desconocimiento al Consejo de Médicos y su representación, y por el bloqueo en el desarrollo de investigación y educación en el Incan.
POR MARIELA CASTAÑÓN
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Gharzouzi y Barnoya, quienes fungían como coordinador y asesor de investigación respectivamente en ese Programa que pertenece a la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de San Carlos de Guatemala, explicaron las razones por las que dejaron sus puestos.
Gharzouzi reiteró que existe una mala gestión de la Junta Directiva, lo cual impacta negativamente en el paciente que debe pagar costos altos, además por desconocer al Consejo Médico.
“Hay una mala gestión, no hay recaudación de fondos, la salida más fácil es subir los precios que afectan a los pacientes. La segunda es la cuestión interna del conflicto con los médicos; decidieron por completo ignorar al gremio médico, expulsando a sus directores, expulsándonos de la Junta Directiva, como socios de la Liga, rechazando cualquier medida y desconociendo el Consejo Médico”, lamentó el médico.
El entrevistado agregó que hubo bloqueo para desarrollar la investigación y educación en el Incan por parte de la Junta Directiva en los últimos dos años.
Por su parte, Barnoya explicó en su carta de renuncia que su visión académica y valores morales y éticos no comulgan con la Junta Directiva de la Liga Nacional contra el Cáncer.
INVESTIGACIÓN ES VITAL
Barnoya explicó que tiene 14 años de trabajar en investigación y capacitación desde que regresó de Estados Unidos en 2004, tras especializarse en la Universidad de Harvard, en una maestría en Salud Pública y luego estuvo tres años en la Universidad de California en San Francisco, haciendo una investigación de enfermedades crónicas. Agregó que ha recibido financiamiento del extranjero para hacer capacitación e investigación.
Por su parte, Gharzouzi lamentó el bloqueo de la investigación en Guatemala, ya que el cáncer es una enfermedad que necesita de medicamentos, protocolos y tecnología que se adapte a la realidad del país.
“Todo está cambiando, pero muchas de esas cosas no se aplican en Guatemala, tenemos que hacer nuestras propias investigaciones y protocolos adaptados a nuestra realidad, eso era lo que queríamos implementar, muy bonito tener un tratamiento de Q100 mil, pero ¿quién lo paga?”, refirió.
Uno de los proyectos implementados por los médicos fue el tratamiento de hormonas a pacientes de escasos recursos con cáncer de mama, además pretendían que el Incan fuera certificado para hacer estudios clínicos y se lograra proporcionar medicamentos gratis a los pacientes, sin embargo, la JD del Incan no lo permitió.
SIN RESPUESTA
La Hora se comunicó con Javier Figueroa, vicepresidente de la Junta Directiva de la Liga, pero indicó que no podía atender la llamada y que lo haría en las próximas horas.