Por Eduardo Castillo
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Esta Navidad 2017 y año nuevo 2018 muchos compartiremos en familia y con amigos en Estados Unidos (EE. UU.),  sin embargo, en Honduras, el Presidente Juan Orlando Hernández, del Partido Nacional, procura una reelección mediante fraude electoral a declararse este 26 de diciembre de 2017. En entrevista con la hondureña, Johana Orellana, originaria de la tierra Lenca en Intibucá en Honduras, comentó que su mayor anhelo en esta Navidad 2017 es defender el voto democrático de las minorías indígenas y mujeres de su hermoso país.

Orellana, quien estuvo enfrentada a violencia doméstica, corrupción e intereses transnacionales en Honduras, expone que su país está convulsionado y que tiene instituciones desacreditadas que no pueden asegurar la vida de sus ciudadanos.

Al mismo tiempo indica que el Estado hondureño se ha convertido en un aparato represivo que violenta a la comunidad indígena, mujeres, periodistas, activistas y defensores de derechos humanos con el objetivo de ratificar una dictadura en Honduras en 2017.

Por ello apunta a que se observan graves violaciones a los Derechos Humanos por parte de las fuerzas del orden y uso excesivo de la fuerza por estructuras militares que están altamente entrenadas, limitación al derecho a la manifestación, un régimen autoritario que persigue, criminaliza, detiene, estigmatiza y asesina lideresas, líderes y opositores, estructuras criminales que derriban torres de medios de comunicación comunitaria para sofocar a la población y que no se pueda informar así como infiltrados en manifestaciones pacíficas.

Asimismo añade otros aspectos como un toque de queda no validado por el Congreso Hondureño y decretado por el Vicepresidente no por Presidente, un Tribunal Supremo Electoral de Honduras parcializado y que no es confiable, indiferencia del Estado de Honduras para la averiguación de la verdad, ciencia de investigaciones y justicia e intereses de empresas extractivas transnacionales que expulsan a la comunidad indígena hondureña.

CORRUPCIÓN Y CRIMEN ORGANIZADO

Orellana también nos menciona que los hondureños y hondureñas están enfrentados a  grandes focos de corrupción y crimen organizado que gobiernan distintas esferas del Poder Ejecutivo, Legislativo, Judicial y alcaldías de Honduras por lo que considera fundamental apoyar los esfuerzos de MACCIH (Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras) y seguir el ejemplo del Ministerio Público de Guatemala que coordina con sociedad civil guatemalteca y CICIG (Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala) en contra de la corrupción e impunidad en el hermano país centroamericano.

Durante la entrevista, Johana, expuso que la auditoría social y rendición de cuentas son fundamentales para la buena gobernanza y prosperidad en Honduras, pues permitiría reducir la migración porque existiría apoyo a la justicia en su país.

Por último, la migrante exhortó a apoyar a Laura Zúñiga y Olivia Zúñiga, hijas de la lideresa Berta Cáceres. También invitó a apoyar a los miembros del COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras) con el objetivo de generar movilizaciones articuladas desde sociedad civil y hondureños en el exterior que permita la libre expresión pacífica, en estos momentos complejos, donde el capitalismo debe centrarse en ser más humano.

Este 25 de diciembre de 2017 Johana le desea Feliz Navidad a los hondureños y los invita a meditar las palabras de Laura Zúñiga: «Los pueblos indígenas son una frontera» que aman la tierra y sus ríos.

 

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