POR GRECIA ORTÍZ
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Sergio Fernando Arévalo migró a Estados Unidos con el objetivo de aportar y sacar adelante a una familia numerosa de 14 hermanos, por su experiencia y esfuerzo ha logrado destacar en la organización de certámenes de belleza, así como iniciativas a favor de la niñez. Entre sus experiencias resalta la de conocer a varias celebridades, muchas de ellas mexicanas.

Su infancia asegura fue difícil, pero la perseverancia siempre ha sido parte de su vida, y por eso se esforzó para salir adelante y trabajar por la niñez vulnerable de Guatemala.

A los 15 años se graduó como Estilista en Guatemala, una pasión que siempre lo acompañó, aseguró Arévalo.

“Migré a los Estados Unidos a los 17 años… primero fue un sacrificio para mí dejar a mi familia, hermanos y mi mamá trabajaba mucho y nos dejaba solos, cuando fui adolescente yo me encargaba de ellos, dejar a mis hermanos solos fue un reto, y desde que llegué aquí –Los Ángeles-, me ha tocado vivir solo”, comentó.

El primer trabajo que emprendió en Estados Unidos fue hasta cuatro meses después de haber migrado, se le dificultó adaptarse y vivir solo, así como a las a nuevas costumbres e idioma, relató.

Por su conocimiento en el trabajo de estilista, el guatemalteco empezó a conocer a celebridades, de quienes tuvo muy buena aceptación.

“Mis clientes me aceptaron muy bien, y eran celebridades mexicanas como Gloria Trevi, Karime Lozano, Gabriela Spanic, hasta tuve la oportunidad de trabajar con Jenny Rivera…, entre otros como –María- Conchita Alonso, Dulce, la India, ella fue de las primeras cantantes y Fey, Ana Bárbara, y sigo trabajando con ellos”, comentó.

Entre sus primeros clientes famosos, identifica a la cantante conocida como La India, quien lo motivo y otorgó confianza para seguir adelante, Sergio Arévalo destaca que ella es conocida por ser temperamental, pero noble y talentosa, y recuerda que fue la primera en abrirle las puertas a otras personalidades del espectáculo.

Cuando se fue del país, pensó en que nunca regresaría, situación que le costó asimilar, no obstante, fundar el Certamen de Belleza Guatemala U.S.A. en 2012 lo acercó nuevamente a su tierra natal.

La organización del certamen le provocó nostalgia al guatemalteco, al ver su cultura percibió con más intensidad el amor hacia el país, recordó. Por ese sentimiento impulsó la creación de la Fundación Loving Care, inaugurada este año, con el objetivo de ayudar a la niñez en condiciones de vulnerabilidad.

“Yo viví en un asentamiento muy pobre, trabajé desde los 8 años en Guatemala, y no hay oportunidades para los niños, muchos andan en la calle trabajando, pero muchos quieren estudiar, pero no hay oportunidades de quienes les compren mochilas, cuadernos, zapatos”, dijo.

Las participantes de Miss Guatemala U.S.A y que representan a cada uno de los departamentos del país motivan a sus seguidores a realizar donaciones para la Fundación dirigida a facilitar la educación de la niñez guatemalteca.

Arévalo explicó que identificaron al menos a ocho escuelas en Guatemala, a las cuales tiene planeado ayudar en la primera semana de enero através de la Fundación, la iniciativa también cuenta con el respaldo de personalidades guatemaltecas y mexicanas.

¿QUÉ OPINA DE GUATEMALA?

Para el entrevistado Guatemala no logra avanzar porque no existen condiciones adecuadas para su niñez, y eso significa que la mayoría de menores de edad no puedan superarse y tener acceso a la educación.

Uno de los consejos del guatemalteco hacia las demás personas, es que cada quien debe cambiar para bienestar de la sociedad, “nosotros somos el cambio, no esperemos en alguien más, hay que trabajar y tomar como dicen al toro por los cuernos”.

Sobre el certamen de Miss Guatemala U.S.A. destacó que busca no solo hacer un evento de belleza, sino orientar a mujeres con liderazgo para que apoyen a personas que lo necesitan.

“Migré a los Estados Unidos a los 17 años… primero fue un sacrificio para mí dejar a mi familia, hermanos y mi mamá trabajaba mucho y nos dejaba solos, cuando fui adolescente yo me encargaba de ellos, dejar a mis hermanos solos fue un reto, y desde que llegué aquí –Los Ángeles-, me ha tocado vivir solo”.

“Yo viví en un asentamiento muy pobre, trabajé desde los 8 años en Guatemala, y no hay oportunidades para los niños, muchos andan en la calle trabajando, pero muchos quieren estudiar, pero no hay oportunidades de quienes les compren mochilas, cuadernos, zapatos”.
SERGIO ARÉVALO

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