POR DOUGLAS GÁMEZ
dgamez@lahora.com.gt

Gerardo Amaya es un guatemalteco que hace aproximadamente siete años decidió que su éxito dependería de migrar. Ahora, siendo parte de la compañía Microsoft nos cuenta cómo esa decisión cambió su vida y de qué manera pudo alcanzar las metas propuestas.

Amaya es Asesor de Transformaciones Digitales para Microsoft y reside en Estados Unidos. Su rol se enfoca en guiar organizaciones reimaginando cómo transformar las experiencias de clientes y empleados, optimización de operaciones y la creación de productos, plataformas y servicios utilizando modelos de innovación y disrupción. Gerardo produce estrategias digitales que empoderan a las empresas a alcanzar sus aspiraciones digitales y a liderar programas de cambio.

Recientemente visitó Guatemala por invitación de la Asociación Guatemalteca de Exportadores (Agexport) y conversó durante su estadía en el país con La Hora Voz del Migrante.

¿Quién es Gerardo Amaya?

Soy un ingeniero en sistemas graduado de la Universidad Francisco Marroquín con un postgrado de la Universidad Galileo, mi fundamento académico es 100 por ciento de Guatemala.

Mi carrera empezó en trabajos eminentemente tecnológicos, técnicos, pero tuve la fortuna de tener mentores que me hicieron ver la tecnología como tal y para fomentar los negocios.

Luego tuve la oportunidad de ser un consultor independiente para empresas en Estados Unidos y Guatemala, eso me ayudó en el desarrollo de mi carrera.

Hace 7 años migré a Canadá, unos 10 años antes había sido parte de un programa de migración canadiense, basado en experiencia y logros y gracias a ese programa logré ir a Canadá en 2010. Trabajé cinco años para las cuatro consultoras más grandes del mundo en el área de tecnología estratégica y ese fue mi primer ámbito y ahora estoy en Microsoft en el área de innovación y transformación digital.

Mi trabajo se especializa en ayudar a las empresas a adoptar tecnologías para mejorar, pero también retarlos a cambiar su modelo de negocio para adaptarlos a una nueva era.

¿Cómo asumiste tú migración y qué sientes de aportar a este nivel?

Es un proceso interesante, en el momento que migras es difícil, tiene sus complicaciones en el sentido que es un proceso de tener muchas cosas, llegar a valor cero y volver a recrear o redefinirte en una nueva cultura, mercado e industria.

Sin embargo, descubrí dos cosas, si bien hay diferencias culturales sobretodo en Canadá, ya que para ellos es vital el programa de migración, pero principalmente me di cuenta que Guatemala estaba a la par en formación profesional a lo que tenían mis compañeros de trabajo.

La realización más grande que tuve y que me ayudó a dar el salto mental fue darme cuenta que como guatemaltecos no hay una diferencia radical en el mercado que vivimos, es la oportunidad y creo que el perfil del guatemalteco trabajador e innovador ayuda, es una experiencia que le recomiendo a todo el mundo, no como una migración permanente que fue la ruta que yo tomé, sino la exposición a otras culturas y otras formas de pensar lo cual ayuda a un desarrollo mental increíble.

¿Es posible salir adelante en otro país con formación guatemalteca?

Es cien por ciento posible, la educación en Guatemala, el acceso al internet, razones para empezar hay o al revés, excusas para no empezar ya no hay, ese es un punto válido.

Me preguntaba qué necesitaba para arrancar y fue la migración la que me lo permitió, pero el arsenal académico que llevaba estaba bien.

¿Cómo se siente trabajar para una empresa como Microsoft?

Es increíble, el momento fue idóneo para trabajar juntos con Microsoft, es una empresa que realmente se basa mucho en la cultura y valor de las personas para desarrollarse como empresa.

Una de las cosas que a mí me encantó, es una empresa gigantesca, a mí me impresionó, oficinas en cada país del mundo, pero lo que es interesante es la cultura de tener e ir todos con el mismo enfoque. A mí no se me olvida que desde la primera entrevista en el proceso hasta la última, lo que me decían es que querían que fuera yo mismo y eso es realmente el valor que deseaban, ellos querían mi identidad, trayectoria y experiencia como migrante que les diera perspectivas y retos para hacer las cosas, eso fue para mí el amalgamiento ideal.

¿Es posible salir adelante desde Guatemala?

Quiero pensar que mi historia motive a las personas a ser ellos mismos, que cada persona sea honesta con ellos y que cada meta que se proponga la logre hacer, sin embargo, algo interesante que he estado comentando y es que estoy impresionado de lo que está pasando en Guatemala y que muchos guatemaltecos como yo están haciendo cosas diferentes, para mí eso es en base a la migración.

Tengo un amigo muy cercano que trabaja para la farmacéutica Abbott en Chicago, otro amigo en Toronto participa en investigación de enfermedades, otra persona que está haciendo investigación de nuevas formas de tratar el cáncer, es increíble la cantidad de guatemaltecos que están aportando para cambiar al mundo y creo que ahora debemos darnos a la responsabilidad de compartir esa información y dar a conocer que hay una comunidad que realmente está haciendo parte del cambio.

¿Cuál es tu visión de los migrantes y tu mensaje a ellos?

En ocasiones me piden definir a un emprendedor exitoso, lo comparo con un migrante que tiene la capacidad de ver más allá, dejar muchas cosas, inclusive parte de su identidad con el fin de lograr algo mejor, para mí ese acto es algo que yo respeto mucho, inclusive migran con circunstancias más adversas pero el ímpetu es el mismo y esa debería ser la vitamina que cada guatemalteco tiene que tener. No es fácil, pero para mí migrar fue renacer y es el vehículo para decir sí, realmente no hay un límite que nos detenga en cualquier cosa.

 

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