Por Grecia Ortíz
gortiz@lahora.com.gt
Conacmi es una asociación que desde 1994 desarrolla acciones preventivas y de atención dirigidas a niños y jóvenes que han sufrido o están en riesgo de sufrir violencia. El objetivo de la institución es crear una cultura de paz y respeto a los derechos de la niñez y adolescencia.
Miguel Ángel López, director de Conacmi, relató que la institución surgió luego de una serie de reuniones institucionales, en las que se concluyó que las principales causas de violencia hacia la niñez eran el maltrato y abuso sexual.
Antes de la fundación de la asociación ya existían diversas organizaciones que se dedicaban a la protección de la niñez, pero que trabajaban de manera aislada, por lo que no lograban atender la problemática de manera integral.
Conacmi trabaja con familias e instituciones para promover el desarrollo integral de la niñez y adolescencia. “Tenemos diferentes actividades con padres y madres de familia, con niños y niñas, maestros, agentes de la PNC, personal de entidades de Gobierno. Con Unicef también hemos tenido experiencias muy gratas, como trabajar con personal de guarderías y con gente de hogares comunitarios”, aseguró.
Entidades como la Procuraduría General de la Nación (PGN), el Organismo Judicial y algunos establecimientos educativos, refieren casos de menores víctimas de violencia a Conacmi para que reciban atención de acompañamiento.
Además, la organización brinda apoyo a núcleos familiares y hay casos concretos en los que han atendido a adultos, aunque son pocos.
“En los casos de violencia sexual, los niños no solo quedan afectados físicamente, sino también la familia queda muy afectada y entonces necesita recibir un acompañamiento específico para poder enfrentar el hecho”, aseguró López.
Usualmente los casos que llegan a sus oficinas son de la Ciudad de Guatemala y algunos municipios aledaños. De acuerdo con el Director de Conacmi, antes recibían muchos casos de diferentes colonias de la zona 18, pero después la tendencia cambió, pues se han incrementado los casos de la zona 6 y de Chinautla, así como de Mixco y Villa Nueva.
Para López, trabajar en Conacmi significa un compromiso con los niños y niñas para que convivan en un ambiente de respeto y protección, en donde puedan satisfacer todas sus necesidades.
“Trabajar en Conacmi es una satisfacción tremenda, pero a la vez nos da una gran frustración porque los procesos de atención terapéutica no van de la mano con los procesos de atención de respuesta judicial. Lamentablemente en Guatemala seguimos teniendo un nivel alto de impunidad”, afirmó.
Más que criminalizar, López considera que buscan que los padres entiendan la importancia de la no utilización de la violencia.
Para el sostenimiento de la institución, Conacmi depende del apoyo de instituciones internacionales y organizaciones nacionales, ya que el Gobierno no aporta a esta causa.
“Trabajar en Conacmi es una satisfacción tremenda, pero a la vez nos da una gran frustración porque los procesos de atención terapéutica no van de la mano con los procesos de atención de respuesta judicial. Lamentablemente en Guatemala seguimos teniendo un nivel alto de impunidad”, afirmó.
“En los casos de violencia sexual, los niños no solo quedan afectados físicamente, sino también la familia queda muy afectada, y entonces necesita recibir un acompañamiento específico para poder enfrentar el hecho”.
MIGUEL ÁNGEL LÓPEZ –CONACMI-
