POR MARIELA CASTAÑÓN
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El director del Hospital General San Juan de Dios (HGSJD), Julio Figueroa confirmó que Mykol David Morales Narvaes, de 11 meses, quien murió ayer por diarrea en la vía pública, estuvo internado en ese nosocomio por desnutrición severa e infección de tracto urinario.
Figueroa explicó que el menor de edad estuvo hospitalizado del 23 de noviembre al 7 de diciembre del año pasado y fue referido por la Fundación Pediátrica.
El profesional detalló que el tratamiento del niño consistió en recuperarlo nutricionalmente, a través de una dieta específica.
“Parte de su tratamiento fue incluirlo en un programa de recuperación nutricional, que consiste en adecuarle la dieta a la enfermedad del paciente”, afirmó Figueroa.
Al director se le consultó las razones por las que el bebé estuvo poco tiempo en el centro asistencial; respondió que no era conveniente que el infante estuviera hospitalizado mucho tiempo debido al riesgo de contraer infecciones.
“El Hospital no es un centro de recuperación nutricional, sino un nosocomio, sí usted coloca a un paciente con problemas de nutrición que tiene problemas de defensas, puede adquirir una infección, de hecho él –Mykol- adquirió una infección nosocomial estando aquí”, reiteró el médico.
De acuerdo con Figueroa, al niño se le programó una cita para el 6 de enero, pero desconoce las razones por las que no fue llevado por sus familiares.
MYKOL A VECES COMÍA MENUDOS DE POLLO
Este día fue sepultado Mykol en el Cementerio General; su cuerpo fue colocado en el pequeño ataúd blanco adquirido por familiares y vecinos del Barrio San Antonio en la zona 6 de la capital.
Carlota Muñoz Narvaes, abuela del bebé, relató que su hija y ella lavan ropa ajena y elaboran “guaipe” para lavar carros.
Las condiciones de su familia, según Muñoz, son precarias, pues prácticamente viven con un promedio de Q1,700 al mes y con ello deben pagar renta, adquirir alimentos y pagar los servicios básicos.
La entrevistada recordó a Mykol como un niño alegre, que a pesar de que empezaba a sentarse y tenía algunas dificultades, se esforzaba por alcanzar sus juguetes.
Según Muñoz, su nieto se alimentaba principalmente con sopas y cuando había oportunidad ingería menudos de pollo.
“Le dábamos sopita, huevos, caldito de frijoles, cuando había –dinero- se le hacían menudos de pollo, cuando se podía”, afirmó la abuela del menor de edad.
La mujer indicó que le gustaría tener un empleo fijo que le asegure un salario que le permita cubrir las necesidades básicas. Ella únicamente estudió primero primaria y la progenitora de Mykol sexto primaria.
Muñoz admitió que la falta de educación académica no les ha permitido alcanzar mejores oportunidades de vida.
