POR GRECIA ORTIZ
GORTIZ@LAHORA.COM.GT

Jimmy Morales asumirá la Presidencia el próximo 14 de enero y desde ese momento tendrá que hacer frente a una crisis financiera e institucional en el Ejecutivo para poder gobernar y cumplir sus promesas de campaña; pero además, tiene un reto mayor, que implica responder a las demandas de la población que exige un cambio profundo en el sistema, el cual permita recobrar la confianza en la política, combatir la corrupción en lo público y privado, y continuar la lucha contra la impunidad.

Salud, educación, empleo y seguridad son algunos de los temas que preocupan a la población y que Morales prometió atender en su gestión, que empezará en enero de 2016 y que, si nada lo impide, debería terminar en 2020.

Sin embargo, la coyuntura exige a Morales un compromiso mayor, que va más allá de las funciones tradicionales que asumen los presidentes y debe responder a las demandas ciudadanas que piden un cambio estructural en el Estado.

La elección presidencial que dejó como ganador al Frente de Convergencia Nacional el pasado 25 de octubre estuvo antecedida por una serie de manifestaciones que exigían castigos para los funcionarios corruptos, pero también reglas claras y transparentes en la política, una lucha frontal contra la corrupción y el cese de la impunidad en un sistema judicial independiente.

«Guatemala demostró que los problemas pueden ser resueltos sin un fusil, sin una sola bala, con leyes y acuerdos que se cumplen», dijo el presidente electo, en referencia a la crisis política e institucional que sacudió al país este año tras varios escándalos de corrupción que implicaban.

Explicó que su desafío será «transformar a Guatemala en una nueva nación, con responsabilidad y derechos». «Los guatemaltecos votaron por el cambio. Es un voto esperanzado de terminar la corrupción», dijo.

CAMBIOS PROFUNDOS

“El Estado está a punto de colapsar y si no hacemos los cambios de fondo al sistema perverso que tenemos, de nada sirve que se haya electo un nuevo Presidente. El nuevo gobernante tiene que promover las reformas necesarias con responsabilidad y seriedad porque está en juego la gobernabilidad en los próximos meses”, opinó el Procurador de los Derechos Humanos, Jorge de León Duque.

En tanto, Alberto Brunori, representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH), coincidió en que la primera tarea de Jimmy Morales será asumir una actitud de liderazgo para revivir el clamor popular por las reformas a las leyes Electoral y de Partidos Políticos, Servicio Civil y Contrataciones del Estado, y de ese modo, recobrar la confianza y la credibilidad en la administración pública.

Según el rector de la Universidad de San Carlos (Usac), Carlos Alvarado, el Grupo Garante, G4 (Usac, PDH, Iglesia Católica y Alianza Evangélica), le manifestará en breve a Morales la necesidad de alcanzar acuerdos con el Congreso en 2016 para introducir los cambios profundos en el sistema de Estado que garantice el combate de la corrupción y la impunidad, así como la renovación y depuración de las instituciones públicas.

“Ya no queremos más corrupción ni funcionarios impresentables. Por eso los cambios en las normativas vigentes son importantes y las nuevas autoridades tienen que dar resultados positivos de inmediato”, acotó Jorge Briz, presidente del Comité Coordinador de Asociaciones Agrícolas, Comerciales, Industriales y Financieras (CACIF).

CANSANCIO DE LA POLÍTICA

Expertos creen que la victoria de Morales obedece precisamente a un electorado cansado de la clase política tradicional, que lo vio como un “outsider” de la política, aunque finalmente participó con un partido que no garantizó transparencia en su financiamiento.

Morales, nacido el 18 de marzo de 1969 en una familia de clase media de ciudad de Guatemala y cuyo nombre completo original era James Ernesto Morales Cabrera, nunca fue dirigente estudiantil y tampoco se involucró en ningún proyecto político hasta que en el proceso anterior (2011) se lanzó en busca de una alcaldía.

«Su ventaja es que se presentó en el momento en que está creciendo el rechazo de la población a los políticos en general», dijo María Falla, coordinadora académica del Instituto Centroamericano de Estudios para la Democracia Social (Demos).

Para la experta, el voto para Morales es un «voto de rechazo a la clase política», pero “falta ver quiénes son los que lo respaldan», dijo.

Falla también consideró que falta ver si «realmente tiene propuestas específicas para hacer frente a rezagos estructurales históricos que marcan a la sociedad guatemalteca».

LOS RETOS DEL FUTURO PRESIDENTE

En medio del contexto de inconformidad ciudadana contra la corrupción en el Estado, y consciente del apoyo masivo de la población a las acciones del Ministerio Público y la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) en este sentido, Morales logró posicionarse como el candidato anticorrupción, al punto que ofreció mantener en su cargo a la fiscal general Thelma Aldana y prolongar el mandato de la entidad internacional hasta 2021.
“Hay controles que aplicar, auditorías que realizar”, dijo Morales en un debate público. “Todos los elementos de auditoría que pueden estar desde la Presidencia y Vicepresidencia se van a poner a funcionar”.
De León Duque, el magistrado de consciencia, hizo énfasis en la importancia de las reformas legales para la lucha anticorrupción que deberá liderar Morales. “Hay que insistir con las reformas a la Ley Electoral, la Ley de Contrataciones del Estado, la de Servicio Civil, regular los fideicomisos y acabar con la vorágine de corrupción”, señaló.

Por su parte, el rector de la USAC agregó que se debe fortalecer la fiscalización con cambios a la Ley Orgánica de la Contraloría General de Cuentas y apoyo presupuestario a las instituciones del sector justicia.

Existen algunos que son escépticos de que lo que ofrecen los candidatos pueda hacerse realidad, trabajar de verdad para erradicar la corrupción arraigada y encontrar servidores públicos honestos para formar un gobierno.
“He visto foros y debates y no me han convencido”, dice Oneida de Bertrand, ama de casa que participó de las manifestaciones. “Dicen lo que todos sabemos de cómo está el país, pero a la hora de sus propuestas no dicen cómo y con qué” señaló.
Mientras las protestas se enfocaron en la corrupción y la salida de Pérez Molina y Baldetti, para otros las demandas también deben incluir la necesidad de cambios estructurales para atender problemas crónicos como la pobreza y la desigualdad.
“La salud y la educación deberían ser la prioridad de este nuevo gobierno, porque afectan los derechos más básicos de la población y las instituciones responsables están infiltradas por la corrupción hasta la médula”, señaló Obdulio Aguilar, otro de los ciudadanos que asistió a las manifestaciones ciudadanas de hace unos meses.
Así mismo, los analistas consultados coincidieron en que el país debe luchar contra las estructuras que mantienen su influencia en el Gobierno y dominan aspectos de la sociedad, además de disminuir las tasas de homicidios, que figuran entre las más altas en el mundo.

UN NUEVO GOBIERNO EN UN SISTEMA VIEJO
Los expertos dicen que las instituciones del país se mantienen dominadas por los mismos partidos políticos y advierten que muchos de los diputados electos en septiembre son productos de ese sistema que motivó las protestas.
Álvaro Pop, analista independiente, refirió al respecto: “El Gobierno que va a tomar posesión el 14 de enero trae consigo las mismas estructuras, los mismos equipos y las mismas dinámicas que los llevaron al poder. Incluso los mismos equipos que formaron desde la lógica municipal, departamental y nacional se enmarcan en la búsqueda de recuperar las inversiones realizadas durante la campaña”.
Pese a dicha situación, Pop considera que la población aún tiene la oportunidad de generar cambios. “No es que exista alguna oportunidad a partir de hoy para las transformaciones. La oportunidad del cambio empezó en el momento en que se estableció una nueva acción ciudadana de exigencia a la transformación y el cambio”, dijo.
Eduardo Stein, exvicepresidente y analista político, coincide con Pop al señalar que los nuevos legisladores “tienen las mismas mañas” de siempre. Para Stein, el próximo Presidente no solo enfrentará a una ciudadanía que tiene muy poca paciencia para esperar cambios, sino que también recibirá un Estado sin fondos debido a los malos manejos de su presupuesto.

Sin embargo, el exfuncionario considera que es un momento histórico para imponer reformas y señala que la esperanza reside en la continuidad de las demandas ciudadanas. “Estamos ante una oportunidad extraordinaria y única de dar saltos de calidad en nuestra sociedad”, aseguró el ex vicepresidente.

MÁS PRESIÓN AL CONGRESO

En tanto, el investigador de la Asociación de Desarrollo, Organización, Servicios y Estudios Socioculturales (DOSES), Diego José Maza, opinó que las reformas al Estado deben hacerse acompañar de la presión ciudadana, pero estas deben enfocarse al Legislativo, ya que ahí están los votos necesarios para avalar cualquier cambio en el marco legal del Estado.

A decir del defensor de los Derechos Humanos, Jorge Santos, las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, Servicio Civil, Contrataciones del Estado y Sector Justicia, no pueden “caminar” solas en el Congreso. Por esa razón, se hace necesario que el recién electo binomio presidencial comience con la presión al Legislativo, exponiendo el sistema de corrupción e impunidad en el Estado.

El comentario de Santos se hace después que Alejandro Maldonado Aguirre, asumió la presidencia del país, prometiendo promover las reformas, sin embargo hasta ahora no ha empezado el proceso. El mandatario dijo que el Gobierno de transición debe lograr el cometido antes de la entrega de sus puestos, el próximo 14 de enero.

De lo contrario, aseguró se dejará en evidencia la falta de voluntad política que tuvieron para sanear y oxigenar el sistema político-electoral que se presta para hacer actos de corrupción como los develados por la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) y el Ministerio Público (MP), desde abril del 2015.

JIMMY MORALES

Morales se convertirá el próximo 14 de enero en el octavo presidente electo desde el restablecimiento de la democracia en 1985, luego de sucesivos regímenes militares autoritarios y fraudulentos.

Es un comediante y actor postulado por el partido Frente de Convergencia Nacional, agrupación de corte nacionalista.

Su propuesta de gobierno se basa en la salud, alimentación, educación y fomento al desarrollo empresarial.

Morales, de 46 años, no tiene experiencia en la función pública y esa es una de las principales razones que la gente argumentó para darle su voto.

Se ha mantenido al aire en televisión por 15 años con su programa «Moralejas». En cine ha producido y actuado en siete películas.

Esta es la segunda ocasión en la que Morales participa en la política guatemalteca. La primera fue en 2011 cuando se postuló como alcalde del municipio de Mixco, uno de los más grandes de Guatemala y donde perdió contra Otto Pérez Leal, hijo del expresidente Otto Pérez Molina.

Estados Unidos, México, Nicaragua y Ecuador felicitan a Morales

A través de una llamada telefónica el vicepresidente de los Estados Unidos, Joe Biden, emitió su felicitación por la victoria electoral obtenida por el presidente electo Jimmy Morales, la misma también fue con el objetivo de reafirmar el apoyo de los Estados Unidos para Guatemala.
El Vicepresidente resaltó la importancia de la Alianza para la Prosperidad y el trabajo de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG).
“Ofreció trabajar personalmente con la administración de Morales y los otros líderes de la región para combatir la corrupción, promover la prosperidad, combatir la corrupción, promover la prosperidad compartida, abordar la inseguridad, y avanzar en los esfuerzos de integración de la energía regional”, señaló un comunicado emitido, por la oficina del vicepresidente.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, también felicitó a Morales por su victoria electoral en Guatemala y afirmó que trabajará con su gobierno por el desarrollo de Centroamérica.
«A nombre del pueblo mexicano, felicito a Jimmy Morales por su triunfo en la elección presidencial de Guatemala», escribió en su cuenta de Twitter.
En tanto el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, también se unió a la felicitación del mandatario electo de Guatemala, e hizo votos porque se mantenga la «estabilidad y la gobernabilidad» en esa nación centroamericana.
Asimismo el gobierno de Ecuador deseó éxitos al presidente electo de Guatemala, quien resultó ganador en segunda vuelta en las elecciones presidenciales para el período 2016-2020.
En un comunicado emitido por Cancillería, Ecuador «formula sus mejores votos para el éxito de la gestión del doctor Morales en beneficio del hermano pueblo guatemalteco».

“No es que exista alguna oportunidad a partir de hoy para las transformaciones. La oportunidad del cambio empezó en el momento en que se estableció una nueva acción ciudadana de exigencia a la transformación y el cambio”.
ÁLVARO POP

«Su ventaja es que se presentó en el momento en que está creciendo el rechazo de la población a los políticos en general”.
MARÍA FALLA

“Ya no queremos más corrupción ni funcionarios impresentables. Por eso los cambios en las normativas vigentes son importantes y las nuevas autoridades tienen que dar resultados positivos de inmediato”.
JORGE BRIZ

“El Estado está a punto de colapsar y si no hacemos los cambios de fondo al sistema perverso que tenemos, de nada sirve que se haya electo un nuevo Presidente. El nuevo gobernante tiene que promover las reformas necesarias con responsabilidad y seriedad porque está en juego la gobernabilidad en los próximos meses”.
JORGE DE LEÓN DUQUE –PDH-

«Guatemala demostró que los problemas pueden ser resueltos sin un fusil, sin una sola bala, con leyes y acuerdos que se cumplen».
JIMMY MORALES

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