POR MARIELA CASTAÑÓN
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El pánico invadió de nuevo las calles de la Ciudad de Guatemala. Esta vez fue la 1ª. calle y 1ª. avenida de la colonia El Progreso en la zona 11, donde quedó el cadáver acribillado de Bryan Alejandro Ochoa, de 27 años, además resultaron heridos Aníbal Aroldo Castellanos, de 15; Migda Godoy Muñoz, 20; Jackeline Graciela Martínez Herrera, 22.
Fue el miércoles pasado cuando sicarios pasaron disparando a inmediaciones del mercado El Guarda con un solo propósito: matar a sus “objetivos”.
Los testigos le dijeron a la Policía Nacional Civil (PNC) que los involucrados en el hecho de violencia eran los denominados “Ángeles Justicieros”, sicarios pagados por los vendedores del Mercado La Terminal para “prestar seguridad”.
Aunque las autoridades dicen que aún no pueden responsabilizar a ese grupo porque se sigue una línea de investigación, lo cierto del caso es que hasta el 21 de julio los cuerpos de socorro y la Comisaría 11 de la PNC, la cual presta seguridad a la zona 4, documentaron siete casos de muertes de “supuestos delincuentes” en el interior del Mercado La Terminal.
Según fuentes de crédito, los “Ángeles Justicieros” se dedican a cometer asesinatos por encargo, incluso de los propios comerciantes, que tienen disputas con otros vendedores.
VIOLENCIA EXTREMA
Estos hechos violentos no pueden atribuírsele a un solo grupo, pues se sabe que existen otros que funcionan al margen de la ley. Y, es que, aunque no hay estadísticas ni documentos que respalden esas sospechas, es evidente la localización de cuerpos torturados en zonas rojas, o vehículos que pasan disparando principalmente a jóvenes.
El 3 de agosto fue localizado el cadáver de un hombre dentro de un costal, en la 11 avenida y 5ª. calle de la colonia Linda Vista, en Villa Nueva.
La semana pasada fueron localizados dos cuerpos: en la colonia Eterna Primavera, de la zona 4 de Villa Nueva, desde una camioneta dispararon en contra de Jeison Estuardo Roldán Blanco, de 17 años, mientras que en la colonia Paraíso II, zona 18, fue torturado y abandonado en una bolsa de concentrado para perro, Víctor Manuel Murga, de 14 años.
¿QUIÉN INVESTIGA?
La Hora buscó una entrevista con representantes del Ministerio Público (MP), a través del Departamento de Relaciones Públicas y también con el secretario de Política Criminal, Rodman Pérez, pero no contestaron al requerimiento solicitado, después de varios días de insistir.
La única información proporcionada por parte de Massiel Carrillo, del área de Relaciones Públicas del MP, refería que hay investigaciones que están en curso, pero que no podían proporcionar detalles o generalidades de las mismas.
En tanto, la información documental sobre algunas pesquisas explica que uno de los grupos organizados dedicados a actividades de sicariato fue desarticulado en julio de 2012, cuando fueron capturadas 27 personas que pertenecían a las Juntas Locales de Seguridad (JLS) de San Juan Sacatepéquez y quienes habrían asesinado a varias personas.
El abuso de este grupo se develó el 20 de febrero de 2012, cuando vapulearon a los integrantes de una familia que laboraba como payasos y quienes se habrían demorado para efectuar el pago de seguridad que entregaban a los miembros de las JLS, para salir a patrullar en la noche.
Esta no era la única sindicación al grupo; en varias ocasiones este vespertino buscó declaraciones de vecinos que revelaron el sometimiento del que eran objeto por integrantes de las JLS, quienes abusaban del poder que la propia comunidad les otorgó.
Algo similar ocurría en Panajachel, donde según investigaciones, otra JLS asesinó y desapareció a varias personas bajo la supuesta justificación de mantener “seguridad”.
COMISIONES
De acuerdo con Raúl Aldana, de la Subdirección de Prevención del Delito de la institución policial, tras la aprobación de la orden 20-2014, las 658 JLS que estaban registradas bajo la Orden 11-99, dejaron de funcionar, ahora, con un enfoque distinto, buscan que los comunitarios participen en actividades de prevención del delito y no en responsabilidades directas de seguridad.
El entrevistado dijo que las comisiones están integradas por autoridades municipales y líderes comunitarios, entre otros, mientras que la PNC se encarga de la capacitación de policías del equipo de Relaciones Comunitarias, que son el contacto con la población.
El jefe policial fue consultado sobre si existe la posibilidad de que quienes conformaron las JLS puedan ser parte de las comisiones, Aldana refirió que son las personas involucradas en este tema -autoridades ediles, comunidad y otros- quienes deben evitar que eso suceda, aunque si lo consideran puede suceder.
CONTROL E INVESTIGACIÓN
Michelle de Leal, de la organización de Madres Angustiadas, considera positivo la depuración de las JLS, sin embargo, cree que es necesario implementar mayores controles de otros grupos que siguen funcionando ilegalmente.
“Yo sí creo en esas comisiones comunitarias, son muy útiles, pero hay que tener cuidado donde se marca la línea. Cuando hay grupos armados, se pierde el orden y esa jerarquía”, indicó la entrevistada.
De Leal, dijo que aunque considera que varios grupos organizados fueron desarticulados, es importante mantener control de lo que se sospecha aún puede existir.
“Las autoridades deben tomar las medidas pertinentes para que este tipo de grupos que provocan violencia sean erradicados, considero que son relativamente pocos, pero siguen actuando al margen de la ley”, indicó.
En tanto, Mario Polanco, director del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), considera que aún existen varios grupos paralelos que cometen actos de limpieza social y es por ello que deben desarticularse.
“Considero que se siguen cometiendo acciones de sicariato y de limpieza social, esto proviene de grupos que no están registrados legalmente y se pueden convertir eventualmente en grupos parapoliciales o paramilitares, dependiendo de las características de cada uno”, dijo.
El profesional pidió a las autoridades la investigación y aplicación de justicia en estos casos, que deben ser resueltos.
“Nosotros hemos planteado que se requiere de la aplicación de la ley por parte de las autoridades, no es posible que se continúe con ese tipo de modalidad, cuando lo que realmente se está permitiendo es que grupos de delincuentes estén asesinando libremente”, afirmó.
El entrevistado demandó la necesidad de tener control de los grupos de sicarios, según él, los denominados “Ángeles Justicieros”, son sólo uno de varias estructuras que continúan actuando ilegalmente.
“Hay distintos grupos que están funcionando de una manera extraña porque en apariencia lo hacen dentro de la ley, pero no es así. Las autoridades deben tomar el control de esos grupos”, concluyó.
Según fuentes de crédito, los “Ángeles Justicieros” se dedican a cometer asesinatos por encargo, incluso de los propios comerciantes, que tienen disputas con otros vendedores.
“Yo sí creo en esas comisiones comunitarias, son muy útiles, pero hay que tener cuidado dónde se marca la línea. Cuando hay grupos armados, se pierde el orden y esa jerarquía”.
Michelle de Leal
Madres Angustiadas“Considero que se siguen cometiendo acciones de sicariato y de limpieza social, esto proviene de grupos que no están registrados legalmente y se pueden convertir eventualmente en grupos parapoliciales o paramilitares, dependiendo de las características de cada uno”.
Mario Polanco
Grupo de Apoyo Mutuo (GAM)
MUERTES
El 3 de agosto fue localizado el cadáver de un hombre dentro de un costal, en la 11 avenida y 5ª. calle de la colonia Linda Vista, en Villa Nueva.
La semana pasada fueron localizados dos cadáveres de jóvenes. Por un lado, en la colonia Eterna Primavera, de la zona 4, fue atacado a disparos por ocupantes de una camioneta Jeison Estuardo Roldán Blanco, quien pereció en el lugar, otro jovencito de 13 fue herido por arma de fuego.
En tanto, en la colonia Paraíso II, en la zona 18, fue torturado y abandonado en una bolsa de concentrado para perro, Víctor Manuel Murga, de 14 años.
El MP y la PNC participan en el esclarecimiento de las investigaciones; por esos casos, hasta el 1 de agosto, no se reportaban capturas de los responsables.
