Unos tres millones de estudiantes del sector público, desde preprimaria, primaria, básico y diversificado deberían iniciar clases correspondientes al Ciclo Escolar 2022; sin embargo, reina la incertidumbre sobre las condiciones de los establecimientos educativos y que 224 municipios de los 340 del país se encuentran en alerta roja, según el semáforo epidemiológico del Ministerio de Salud Pública, divulgado el pasado sábado 19 de febrero.
Del total nacional, en alerta naranja se reportaron 112 municipios; en amarilla únicamente 4 y ninguno en verde. A diferencia del semáforo anterior, ahora se registran 43 municipios más en rojo, 27 más en naranja y 70 más en amarillo.
Según el MSPAS, la alerta roja se define cuando los nuevos casos durante las últimas 2 semanas superen los 55 por cada 100 mil habitantes o los resultados positivos de las pruebas de SARS-CoV-2 realizadas aumenten del 20%.
La ministra de Educación, Claudia Ruiz anunció días atrás que estaba en firme el inicio del ciclo escolar, con la intención de volver a la presencialidad, al asegurar que el 91% de docentes cuentan con el esquema completo de vacunación.
Además, informó que los educadores se unieron a una campaña educativa para enseñar sobre la importancia de la vacunación a padres de familia y niños.
Sin embargo, la Ministra no explicó en relación a que harían con al menos 8,700 escuelas que según la viceministra Técnica de Educación, Edna Portales, no fueron remozadas durante los dos años de suspensión de clases presenciales, que carecen de agua y sanitarios.
CAMBIO EN LA ALERTA
El Ministerio de Salud emitió el pasado 11 de febrero el acuerdo 33-2022 y por tercera ocasión en el año modificó los protocolos para permitir clases híbridas en municipios en alerta roja para el sector público, según el Semáforo epidemiológico COVID-19.
Según la modificación, establece un tablero para regular las clases de acuerdo con los niveles de alerta sanitaria y añade una excepción para impartir clases híbridas en centros educativos privados.
Agregó que el acuerdo integra una serie de normas que los directores, docentes y alumnos deben de cumplir como protección facial, el uso de mascarilla, distanciamiento, higiene y ventilación natural.
