La fábrica se ubica en la colonia La Verbena, cerca del cementerio del mismo nombre. Foto La Hora José Orozco.

Por Karen Quintanilla
Kquintanilla@lahora.com.gt

Desde la llegada del Covid-19 a Guatemala, ya suman más de 7 mil fallecidos a causa de la enfermedad. Según el protocolo del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS), los sepelios deben darse pocas horas después de los fallecimientos, por lo que un velatorio como regularmente se acostumbraba, no es posible y los familiares de quienes pierden la batalla contra el coronavirus, deben adquirir de manera rápida un ataúd, situación que en muchos casos implica un gasto no contemplado en la economía familiar.

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El reportero gráfico de La Hora, José Orozco, visitó una carpintería y fábrica de ataúdes ubicada en la Colonia Landívar, zona 7, de la ciudad capital, en donde los trabajadores de la misma, argumentaron que debido al declive económico las personas compran para sus difuntos cajas de Q475.00.

«Es raro que se vendan cajas finas de Q1,500.00 porque las personas no están bien económicamente», explicaron.

Asimismo, comentaron que venden al menos 6 diariamente, y prefieren darlas al precio señalado para poder cubrir gastos y pagarle a sus empleados. La fábrica está ubicada cerca del Cementerio La Verbena y esto ha sido un factor positivo, pues la proximidad con el camposanto, hace que más personas los busquen.

Según el Ministerio, la tasa de mortalidad se encuentra en 43.2 muertes por cada 100,000 habitantes, que, a diferencia de hace un mes, representó un ascenso promedio de 2 fallecidos, es decir 1.8.

El primer muerto a causa del coronavirus en el país se confirmó el 15 de marzo de 2020, dos días después de conocerse el primer contagio.

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